Pedro Martínez, permitió a mi Corazón latir con el de un grande


Un Momentito con Miguel
Autor Miguel De Jesús
Locutor y Abogado Dominicano

 La sala Capitular del Ayuntamiento de Santiago resultaba pequeña ante la gran cantidad de personas que entraban para ser testigos de la declaración como “hijo adoptivo del primer Santiago de América al nuevo miembro del Cooperstown”. 

 Muchos tenían un objeto de un peso no mayor a 5 onzas, cuya cubierta de piel en dos piezas al ser cocidas juntas en 108 costuras de hilo rojo encerado de algodón resaltaba en las manos a espera de que nuestro invitado estampara su firma, me refiero a bolas de Beisbol

 El dueño de las manos que tantas huellas dejaron a pelotas usadas en las mayores por fin entraba al salón, sonriente junto a Carolina Cruz su esposa caminaban hasta la mesa de honor, mi voz se levantó para anunciar su presencia y todos de pies aplaudían.

 Aquel hombre que tantas veces se convirtió desde el montículo en enigma para bateadores estaba entre nosotros, ese, el que no podemos medir por dinero o posesiones materiales sino por la belleza que habita dentro de su ser.

 Mirarle tan de cerca dejó en todos la imagen pura de un ser humano humilde y fácil de querer y admirar a primera vista.

 Su sonrisa dulce y sincera se vistió con el verde de cola de pescado y el blanco de las margaritillas, flores que adornaban la mesa.

 Sus ojos brillaban como lucero que ilumina la realidad de un sueño entre enamorados que en arena de playa cómplice multiplican el amor que se hace y se siente. Su rostro como puesta de Sol sirvió de marco perfecto a sus labios que al abrirse, se le escuchó decir, “gracias, yo también soy de Santiago”.

 Sus palabras nos tocaron como brisa del Enero que anuncia año nuevo, reímos su risa y nos abrigamos en el calor del hombre de Manoguayabo que el Domingo 26 de Julio se convertirá en el asta que enarbolará bien alto nuestra enseña tricolor cuando sea exaltado en el nicho de los inmortales

. Su vida está llena de sabiduría y su ejemplo es la impronta para que jóvenes de hoy sigan ese camino trillado con honestidad. Muchas veces se envolvió con el silencio pero nunca se vistió de cobardía cuando muchos por su físico dudaron de sus dotes de atleta, por eso dije públicamente después de abrazarlo “Pedro Martínez, permitió a mi Corazón latir con el de un grande”.

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