La adicción es una enfermedad primaria, que afecta al cerebro, caracterizada por una conducta repetida que surge de una necesidad orgánica o psicológica, que escapa del control del individuo. Está constituida por un conjunto de signos y síntomas característicos, que dependen de la personalidad de cada adicto, así como de las circunstancias socio-culturales que lo rodean. La adicción es, frecuentemente, progresiva, es decir, la enfermedad persiste a lo largo del tiempo y los cambios físicos, emocionales y sociales son acumulativos y progresan mientras el uso continúa. La adicción suele causar muerte prematura a través de complicaciones orgánicas que involucran al cerebro, hígado, corazón, y otros órganos, dependiendo del tipo de adicción y contribuye a la ocurrencia de suicidios, homicidios, violencia, maltrato, violación y abuso sexual, accidentes y otros eventos traumáticos interpersonales y/o familiares.
Los cambios bioquímicos que suceden en el cerebro del adicto son los responsables de la compulsión observada en los episodios del consumo descontrolado, así como de muchas de las perturbaciones cognitivas propias de la adicción. Las últimas investigaciones implican a diversos neurotransmisores como factores claves en el desarrollo de la sintomatología adictiva. Los neurotransmisores (Dopamina, Endorfinas, son sustancias químicas naturales que existen dentro del cerebro y que son responsables de las actividades cerebrales, entre otras: la motivación, las emociones y los instintos. Estas sustancias naturales son las que median en el estado de ánimo provocando euforia o desgano, de acuerdo a una sucesión compleja de estímulos, condicionamientos y aprendizajes, cuyo objetivo es el de responder constructivamente a los estímulos del medio ambiente.
Las sustancias psicotrópicas externas o drogas, así como los estados de excitación extrema provenientes de conductas de estimulación, afectan estos neurotransmisores de manera que el cerebro los produce en exceso. Estos cambios, unidos a la predisposición a la adicción, producen una respuesta aberrante, que es el reflejo de un desequilibrio bioquímico persistente.
Las dos partes en las que puede dividirse el cerebro, en términos de función y de vías neurológicas, son responsables de la adicción:
- el cerebro racional, correspondiente a la corteza cerebra, en ella se asientan las funciones superiores intelectuales y abstractas. En el proceso de adicción esta área también se afecta produciéndose el sistema desilusional de la adicción, el cual es un conjunto de pensamientos adictivos que complotan junto al cerebro primitivo para facilitar y mantener activo el proceso adictivo;
- el cerebro primitivo, que incluye el área de funciones vitales, las zonas mediadoras de las emociones y estados de ánimo, la generación de instintos de supervivencia y regulación corporal. Esta parte del cerebro esta involucrada directamente en el desarrollo de la adicción, y allí se encuentran los desequilibrios bioquímicos responsables de la compulsión, la memoria eufórica y los deseos automáticos, además del sistema de recompensa cerebral.
El sistema de recompensa cerebral es un sistema cerebral encargado de mediar en las repuestas de condicionamiento a los estímulos, produciendo recompensas bioquímicas a las repuestas adecuadas, para manejar constructivamente los estímulos. La estimulación excesiva de este sistema conlleva, en las personas predispuestas, a cambios bioquímicos permanentes, que median la reacción adictiva, de modo que cambia su funcionamiento y su respuesta a los estímulos ambientales. Este el sistema más importante implicado en el desarrollo de la adicción.
Síntomas Comunes de la Adicción
- Pérdida del control de la adicción, caracterizado por episodios de trastornos compulsivos;
- Negación o autoengaño, cuya función es la de separar al adicto de la conciencia que las consecuencias que la adicción tienen en su vida, reduciendo así la ansiedad;
- Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida de la persona debido a las consecuencias negativas de la práctica de la conducta adictiva;
- Memoria eufórica de episodios del pasado, con el consiguiente olvido del sufrimiento o de las consecuencias negativas de la actividad adictiva. Esta es una de la causas de la dificultad de la rehabilitación y de las recaídas;
- Distorsión del pensamiento, desvinculándose el adicto de la realidad de sus enfermedad;
- Obsesión o preocupación excesiva con respecto a las situaciones de uso, ya sea consumo de sustancias psicotrópicas o prácticas de conductas;
- Parálisis emocional, producto de los cambios bioquímicos en el cerebro, además de las distorsiones psico-emocionales del proceso adictivo. Dificultad para identificar, manejar e interpretar los sentimientos, así como una actitud de intolerancia a algunas emociones, buscando el uso como una forma de anestesia emocional.
En el origen de la adicción están involucrados factores biológicos, genéticos, psicológicos, y sociales. Numerosos estudios han demostrado que la adicción al alcohol es más frecuente en familiares de alcohólicos (3 o 4 veces mayor), que en familiares de personas no-alcohólicas.
Dentro de este grupo existen una gran variedad de adicciones, aunque, además de no tener un origen químico, su elemento común es un desorden y descontrol en algún aspecto de la conducta diaria. Muchas de estas adicciones vienen provocadas por otros desajustes emocionales debido al entorno familiar, de trabajo, de amistades, etc. Dentro de este grupo se incluye la ludopatía o adicción al juego. En España, esta adicción es tres veces mayor en hombre que en mujeres. Además, un 76 por ciento de los jugadores patológicos tienen tendencia a sufrir algún tipo de desorden emocional, mientras que un 28 por ciento tiene depresiones recurrentes.
En los últimos años, el número de adictos al trabajo ha aumentado como consecuencia de la evasión de los problemas personales. El 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión voluntariamente. La ciberadicción o adicción a Internet puede ser detectable cuando las personas pasan 40 o más horas por semana en la Web, durante un período de 12 meses.
Adicción a las relaciones (codependencia), al sexo (hipersexualidad) y/o pornografía se caracteriza por una
necesidad incontrolable de sexo de todo tipo, desde relaciones sexuales con otras personas hasta masturbación o consumo de pornografía. Se estima que hasta el 6% de la población lo padece, y que sólo el 2% de los afectados son mujeres. Tiene tratamiento siempre y cuando la persona que lo padece sea capaz de reconocerlo.
El adicto a la Religión y a las Sectas usa a Dios como si fuera una droga para suavizar los problemas y escapar de ellos. Como en otras adicciones está relacionado con la baja autoestima, la culpabilidad, el miedo, la vergüenza, los sentimientos de aislamiento y de sentimiento de diferencia con los demás. La anorexia y la bulimia son enfermedades asociadas a la adicción a la comida.
Adicción química
Se caracterizan por una dependencia física y psicológica de una sustancia, que se escapa del control voluntario de la persona, por tanto, estas adicciones hacen referencia a las drogas, sean legales o ilegales. Se las puede clasificar según sus efectos sobre el Sistema Nervioso Central (SNC):
- Efectos depresores del SNC: bloquean el funcionamiento del cerebro. Se incluyen los opiáceos (heroína, morfina, metadona), los tranquilizantes (valium, tranxilium...) y los hipnóticos (barbitúricos).
- Efectos estimulantes del SNC: aceleran el funcionamiento del cerebro.
Se dividen en estimulantes mayores (anfetaminas, cocaína) y en estimulantes menores (nicotina)...
Entre la adicciones mas comunes estan:La codependencia (
adicción a las relaciones),
la hipersexualidad (
adicción al sexo), la
cleptomanía (
adicción a robar),
la potomanía (
adicción a beber)
y la mitomanía (
adicción a mentir) son las adicciones más habituales…
- Efectos perturbadores del SNC: alteran el funcionamiento del cerebro, dando lugar a distorsiones en la percepción o alucinaciones. Las sustancias que producen estos efectos son los alucinógenos (LSD), los derivados del cannabis (marihuana, hachís), los inhalantes (acetonas, benzenos) y las drogas de diseño como el éxtasis. Tomado de:
Cienciapopular.com