Presta atención a cómo te sientas, cómo te paras o te acuestas: evita daños mayores en tu columna Por Eileen Rivera Esquilín /elnuevodia.com
¿Cómo saber si tengo o no una buena postura? ¿Si no la tengo, qué daños a corto o largo plazo puede experimentar mi columna vertebral? ¿Qué ejercicios o tratamiento puedo seguir para mejorarla?
Son muchas las interrogantes que se tienen en cuanto a la postura. Con esto en mente, el quiropráctico José I. Calbetó Vaillant, explica que una postura correcta -en caso de trabajar sentado durante largas horas- incluye pegar los glúteos al espaldar de la silla, mantener la cabeza derecha y ambos pies en el piso. ¿Difícil conseguirlo no?
“Uno debe evitar dejar escurrir la cadera hacia al frente de la silla y dejar la cabeza caer hacia adelante ya que estas posiciones ponen más presión sobre los discos de la columna vertebral agravando más aún los espasmos en el cuello y espalda”, dice Calbetó.
Para el fisiatra Miguel Cardona, del Centro de Rehabilitación y Electrodiagnóstico, podríamos también tener una postura incorrecta si estamos de pie o acostados. De hecho, debemos tener en cuenta que si se está sentado mucho tiempo, la altura de la silla debe ajustarse de modo que las caderas y rodillas estén a un ángulo de 90 grados. Los codos a 90 grados y sobre el descansabrazo (si está disponible). La cabeza debe estar derecha o poco flexionada.
“Si estás de pie, la postura apropiada sería el equivalente a pararse contra una pared mirando hacia al frente en donde las talones, glúteos, hombros y cabeza estén en contacto con la pared. Si estás acostado, debes estar boca arriba con una almohada o cojín debajo de las rodillas para mantener un poco flexionadas las mismas. Si estás de lado, con las rodillas un poco flexionadas y con un cojín entre estas. La espalda no debe estar muy flexionada”, dice. LEER MAS
De daños y beneficios
Los expertos en el tema hacen hincapié en que todos debemos conocer los beneficios y los daños que pueden reflejarse a largo plazo como consecuencia de la postura.
Según Cardona, los daños pueden incluir dolor en las aéreas cervicales, torácicas y lumbares por irritabilidad de los ligamentos, tendones, músculos y articulaciones de estas áreas. Cuando mantenemos una mala postura estos tejidos y articulaciones reciben fuerzas o cargas atípicas para ellas causando que se irriten y, por ende, cause dolor.
“Los daños psicológicos surgen cuando no se corrige el dolor rápidamente, ya que se sabe muy bien que cualquier persona que se mantenga con dolor crónico (más de 3 meses) puede comenzar a experimentar ansiedad o depresión, que a su vez agrava su condición física”, dice.
Entre los beneficios, apunta, que no solo son físicos, ya que una buena postura promueve un sentido de bienestar, proyecta una imagen de seguridad y aumenta la autoestima.
Agrega Calbetó, por otra parte, que una postura correcta puede disminuir el proceso natural de degeneración de la columna vertebral en el que la persona pierde la curvatura natural del área cervical o lumbar (cuello o espalda baja) que da paso a futuros problemas como espamos, degeneración en los discos o dolores referidos hacia las extremidades.
“Claro, que las personas que llevan años con estos síntomas pueden entrar en depresión y pérdida de sueño debido a que ya no saben qué hacer al respecto”, destaca el quiropráctico.
En esa misma línea, expone que recibe a diario a muchos pacientes en su oficina que, por lo general, trabajan largas horas sentados frente a una computadora y sufren de mucho dolor de cuello y espalda alta. Esto es, espasmos en el área y síntomas que se pueden sentir en las extremidades como adormecimiento en las manos o corrientazos por los brazos.
¿Tratamientos?
Cardona explica que el tratamiento puede ser muy sencillo o más complejo. Esto, debido a que pueden existir otro factores que contribuyan a que una persona mantenga una mala postura. Por ejemplo: personas que nacen o desarrollan desviaciones extremas en su columna y mujeres con senos muy grandes y pesados.
“Si la persona ya tiene dolor persistente, se le puede dar inicialmente terapia física que puede incluir modalidades de calor o frío, ultrasonido, estimulación eléctrica, masaje terapéutico y ejercicios. Existe y se puede utilizar un sostén postural para mantener los hombros hacia atrás si la persona ha creado ya un patrón de hombros caídos”.
Para Calbetó, la práctica quiropráctica, junto a la fisioterapia de ‘cold laser’, ha mostrado ser muy efectiva en problemas musculares, ligamentos, discos o nervios, sin dolor alguno.
“Eso puede ayudar en ajustes, tracción, estiramientos, orientación en ejercicios y dieta, para evitar procesos más invasivos como bloqueos o cirugías y abuso de narcóticos”, termina.
Ejercicios para tu columna
Mucho ejercicio abdominal, de tronco (‘core’), espalda baja y alta da buena condición muscular y quita presión a los discos evitando así problemas en estas zonas.
Ejercicio cardiovascular ayuda a mantener un peso adecuado ya que estar sobrepeso agrava situaciones de espalda y cuello ya que hay más peso en los discos y sube la incidencia de espasmos.
Los estiramientos también son esenciales para mantener buenas posturas. Por ejemplo: acostarse boca arriba y llevar una rodilla pegada del pecho, sosteniéndola 30 segundos y repitiendo al otro lado.
También el arquearse en flexión lateral estando parado hacia un lado y el otro.
Adicional está el dejar caer la cabeza hacia atrás para ayudar a devolver la curvatura natural del cuello. Esto ayuda a quitar presión de los discos y a aliviar espasmos.
(Fuente: José Calbetó Vaillant, quiropráctico)
5 Claves para lograr una buena postura
Estar más consciente de nuestra postura y corregirla.
Mantener buen peso. Senos pesados y/o abdómen grande y colgante trabajan en contra del mantenimiento de una buena postura.
Mantener buena flexibilidad de los músculos de cuello, espalda y extremidades.
Mantener fortalecidos los músculos del cuello, espalda y abdomen.
Ser evaluado por su médico fisiatra al primer indicio de que se esté desarrollando un patrón de mala postura.
(Fuente: Miguel Cardona, fisiatra)
Son muchas las interrogantes que se tienen en cuanto a la postura. Con esto en mente, el quiropráctico José I. Calbetó Vaillant, explica que una postura correcta -en caso de trabajar sentado durante largas horas- incluye pegar los glúteos al espaldar de la silla, mantener la cabeza derecha y ambos pies en el piso. ¿Difícil conseguirlo no?
“Uno debe evitar dejar escurrir la cadera hacia al frente de la silla y dejar la cabeza caer hacia adelante ya que estas posiciones ponen más presión sobre los discos de la columna vertebral agravando más aún los espasmos en el cuello y espalda”, dice Calbetó.
Para el fisiatra Miguel Cardona, del Centro de Rehabilitación y Electrodiagnóstico, podríamos también tener una postura incorrecta si estamos de pie o acostados. De hecho, debemos tener en cuenta que si se está sentado mucho tiempo, la altura de la silla debe ajustarse de modo que las caderas y rodillas estén a un ángulo de 90 grados. Los codos a 90 grados y sobre el descansabrazo (si está disponible). La cabeza debe estar derecha o poco flexionada.
“Si estás de pie, la postura apropiada sería el equivalente a pararse contra una pared mirando hacia al frente en donde las talones, glúteos, hombros y cabeza estén en contacto con la pared. Si estás acostado, debes estar boca arriba con una almohada o cojín debajo de las rodillas para mantener un poco flexionadas las mismas. Si estás de lado, con las rodillas un poco flexionadas y con un cojín entre estas. La espalda no debe estar muy flexionada”, dice. LEER MAS
De daños y beneficios
Los expertos en el tema hacen hincapié en que todos debemos conocer los beneficios y los daños que pueden reflejarse a largo plazo como consecuencia de la postura.
Según Cardona, los daños pueden incluir dolor en las aéreas cervicales, torácicas y lumbares por irritabilidad de los ligamentos, tendones, músculos y articulaciones de estas áreas. Cuando mantenemos una mala postura estos tejidos y articulaciones reciben fuerzas o cargas atípicas para ellas causando que se irriten y, por ende, cause dolor.
“Los daños psicológicos surgen cuando no se corrige el dolor rápidamente, ya que se sabe muy bien que cualquier persona que se mantenga con dolor crónico (más de 3 meses) puede comenzar a experimentar ansiedad o depresión, que a su vez agrava su condición física”, dice.
Entre los beneficios, apunta, que no solo son físicos, ya que una buena postura promueve un sentido de bienestar, proyecta una imagen de seguridad y aumenta la autoestima.
Agrega Calbetó, por otra parte, que una postura correcta puede disminuir el proceso natural de degeneración de la columna vertebral en el que la persona pierde la curvatura natural del área cervical o lumbar (cuello o espalda baja) que da paso a futuros problemas como espamos, degeneración en los discos o dolores referidos hacia las extremidades.
“Claro, que las personas que llevan años con estos síntomas pueden entrar en depresión y pérdida de sueño debido a que ya no saben qué hacer al respecto”, destaca el quiropráctico.
En esa misma línea, expone que recibe a diario a muchos pacientes en su oficina que, por lo general, trabajan largas horas sentados frente a una computadora y sufren de mucho dolor de cuello y espalda alta. Esto es, espasmos en el área y síntomas que se pueden sentir en las extremidades como adormecimiento en las manos o corrientazos por los brazos.
¿Tratamientos?
Cardona explica que el tratamiento puede ser muy sencillo o más complejo. Esto, debido a que pueden existir otro factores que contribuyan a que una persona mantenga una mala postura. Por ejemplo: personas que nacen o desarrollan desviaciones extremas en su columna y mujeres con senos muy grandes y pesados.
“Si la persona ya tiene dolor persistente, se le puede dar inicialmente terapia física que puede incluir modalidades de calor o frío, ultrasonido, estimulación eléctrica, masaje terapéutico y ejercicios. Existe y se puede utilizar un sostén postural para mantener los hombros hacia atrás si la persona ha creado ya un patrón de hombros caídos”.
Para Calbetó, la práctica quiropráctica, junto a la fisioterapia de ‘cold laser’, ha mostrado ser muy efectiva en problemas musculares, ligamentos, discos o nervios, sin dolor alguno.
“Eso puede ayudar en ajustes, tracción, estiramientos, orientación en ejercicios y dieta, para evitar procesos más invasivos como bloqueos o cirugías y abuso de narcóticos”, termina.
Ejercicios para tu columna
Mucho ejercicio abdominal, de tronco (‘core’), espalda baja y alta da buena condición muscular y quita presión a los discos evitando así problemas en estas zonas.
Ejercicio cardiovascular ayuda a mantener un peso adecuado ya que estar sobrepeso agrava situaciones de espalda y cuello ya que hay más peso en los discos y sube la incidencia de espasmos.
Los estiramientos también son esenciales para mantener buenas posturas. Por ejemplo: acostarse boca arriba y llevar una rodilla pegada del pecho, sosteniéndola 30 segundos y repitiendo al otro lado.
También el arquearse en flexión lateral estando parado hacia un lado y el otro.
Adicional está el dejar caer la cabeza hacia atrás para ayudar a devolver la curvatura natural del cuello. Esto ayuda a quitar presión de los discos y a aliviar espasmos.
(Fuente: José Calbetó Vaillant, quiropráctico)
5 Claves para lograr una buena postura
Estar más consciente de nuestra postura y corregirla.
Mantener buen peso. Senos pesados y/o abdómen grande y colgante trabajan en contra del mantenimiento de una buena postura.
Mantener buena flexibilidad de los músculos de cuello, espalda y extremidades.
Mantener fortalecidos los músculos del cuello, espalda y abdomen.
Ser evaluado por su médico fisiatra al primer indicio de que se esté desarrollando un patrón de mala postura.
(Fuente: Miguel Cardona, fisiatra)
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