Para eso, podemos recurrir a ciertos trucos para reprimir rápidamente un deseo puntual y, a la vez, poco a poco ir cambiando nuestros hábitos de consumo sin quedarnos con las ganas. Te contamos algunos métodos simples para superar los antojos que aparecen en mitad de la dieta.
Cómo superar antojos rápidamente
Ante un antojo puntual, podemos seguir alguno de estos consejos para reprimir las ganas de algún alimento poco saludable.
1. Comer un chicle
Tener a mano un chicle puede ser de gran ayuda ante un antojo puntual. Masticar el chicle ayudará a engañar a nuestra mente para que se sienta satisfecha, especialmente si tenemos un antojo de algo dulce.
En este caso, lo recomendable será consumir un chicle sin azúcar, para limitarnos a mantener nuestra boca ocupada, sin incorporar calorías. Por otro lado, será mejor no recurrir a pastillas mentoladas para reprimir los antojos, ya que suelen tener un alto contenido en azúcar y resultarían contraproducentes.
2. Cepillarse los dientes
Ante un antojo puntual, cepillarse los dientes puede ser una buena solución. El sabor de la pasta de dientes, y el gusto que deja en la boca, no va bien con la mayoría de los alimentos.
Esto nos permitirá perder las ganas de comer, al menos, momentáneamente. Por otro lado, cepillarnos los dientes también nos ayudará a engañar a nuestra mente para obtener cierta sensación de satisfacción.
3. Beber agua frecuentemente
Muchos antojos se basan en la necesidad de nuestro cuerpo de tomar agua. Beber puede ser una buena forma de hacernos sentir más llenos, con el beneficio adicional de la hidratación y de activar el metabolismo.
Otras opciones pueden ser añadir al agua unas gotas de limón para agregar un poco de sabor y que el truco sea más eficaz. El sabor hará que la ingesta se sienta más real, y se reduzca aún más nuestro apetito repentino. De igual forma, las infusiones y los tés también nos ayudarán en este sentido.
4. Encender velas con aromas a alimentos
El uso de velas con aromas a vainilla, manzana verde o banana puede ser muy útil para superar los antojos puntuales. Encender una vela y disfrutar de su aroma permitirá reducir nuestro nivel de estrés, que es una fuente habitual de los antojos.
De esta forma, podremos reducir el apetito y superar con mayor facilidad ciertos antojos. También podemos utilizar lociones, bálsamos labiales o cualquier otro producto con aromas a alimentos.
5. Date ciertos gustos
Los antojos no siempre son malos. Hay ocasiones en que un antojo significa una necesidad real por parte de nuestro cuerpo de ingerir algún nutriente especial. A veces, la necesidad real es sentir la satisfacción y el placer que implica comer. La idea de hacer dieta es cuidarse, pero la privación total tampoco es buena para la mente.
De vez en cuando podés permitirte algún capricho. Satisfacer un antojo una o dos veces a la semana, puede ser una forma de premiarnos por haber seguido la dieta correctamente durante el resto de días. Además, una pequeña concesión puede evitarnos comer más tarde en mayor medida y con menos control.
Un buen método para satisfacer el deseo y no romper la dieta puede ser combinar el alimento que se te antoja con otros más saludables. Por ejemplo, si tenemos necesidad de chocolate, limitarnos a espolvorear unas virutas en una bol con frutillas, en lugar de comer directamente una tableta.
Restingir los antojos de forma tajante puede dar lugar a desarrollar obsesión por algunos alimentos, llegando incluso a comer de forma compulsiva más adelante. Debemos recordar que la mente es un factor importante para sostener en el tiempo algo que voluntariamente nos proponemos hacer.
Entonces, mantenernos satisfechos, reduce la ansiedad y, por lo tanto, ayuda a conseguir el equilibrio en nuestra conducta y llevar a buen término la dieta. @tn
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