Conoce qué le pasa a tu cuerpo cuando no consumes agua diariamente

 (horizontal-x3)Por La Prensa Gráfica/GDA Cuando no se ingiere en cantidades adecuadas, el cuerpo presenta fallas en sus sistemas principales y, a su vez, se generan una serie de reacciones negativas en la salud.

Este líquido es un recurso natural que se tiene a la mano y que, incluso, se puede obtener a través del consumo de algunas frutas y vegetales, según el sitio mejorconsalud.com.
El problema es que muchos ignoran su ingesta diaria, dado que no reconocen cuán importante es para el bienestar físico y mental, también que tarde o temprano, aparecen algunos síntomas que indican la deshidratación y los efectos perjudiciales de su no consumo.
A continuación algunos de los efectos perjudiciales que podrían afectar tu cuerpo si no consumes este vital líquido, que esta al alcance de cualquier bolsillo y del que tienes que ingerir de 6 a 8 vasos al día. 
Una sensación pegajosa y desagradable en la boca es el resultado de la disminución en la producción de saliva a causa de la deshidratación.
El consumo de agua sirve como lubricante para las membranas mucosas de la boca y la garganta, lo cual es esencial para mantenerla saludable y libre de infecciones.
La ingesta diaria de agua no solo contribuye a lubricar la boca y la garganta, sino también los ojos y otras partes importantes del cuerpo.
Carecer de líquidos puede disminuir la capacidad de oxigenación y, a su vez, hace que los conductos lagrimales de los ojos se sequen.
El cartílago y los discos espinales que protegen las articulaciones están formados en un 80% por agua., el consumo diario de este líquido es esencial para evitar la fricción de los huesos y las lesiones en las articulaciones.
Al mantener el organismo hidratado, las articulaciones mantienen lubricadas y listas para soportar el impacto de los movimientos cotidianos, además la deficiencia de agua aumenta el riesgo de traumatismos, deterioro prematuro y enfermedades crónicas como la artritis. Los músculos también están compuestos en gran medida por este líquido vital. Esto indica que, cuanta menos agua hay en el cuerpo, más fuerza pierde la masa muscular.
La ingesta de agua antes, durante y después del ejercicio es fundamental para prevenir la deshidratación y la pérdida de los músculos.
El beber agua es un hábito esencial para apoyar los procesos depurativos del cuerpo, mediante los cuales se remueven las toxinas.
Sin este líquido los órganos no funcionan en buen estado y, de hecho, el sistema inmunitario presenta un fuerte debilitamiento.
Como consecuencia el organismo es más susceptible al ataque de los gérmenes y otros agentes que causan graves enfermedades.
Además, el agua es esencial para una buena circulación y una óptima oxigenación de las células de todo el cuerpo. La deshidratación no solo afecta el paso del flujo sanguíneo a través de las arterias sino que, además, impide que se oxigene el cerebro. Esto conduce a los continuos episodios de fatiga, debilitamiento mental y otros síntomas asociados que impiden llevar a cabo las labores de la jornada.
Asimismo el sistema digestivo sufre fuertes alteraciones cuando no se le proporciona suficiente líquido a lo largo del día. El agua apoya el movimiento intestinal y es necesaria para la evacuación normal de las heces. Además sirve para humedecer los alimentos ingeridos y, de esta manera, facilitar la expulsión de los desechos que el cuerpo no necesita.
Sin una hidratación correcta, la mucosa estomacal se reduce e incrementa el riesgo de acidez, reflujo y gastritis.
Es por esto y mucho más que es vital ingerir este líquido, para protegerse de muchas enfermedades.

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