Edulcorantes: ¿héroes o villanos?

Los edulcorantes no calóricos son aditivos alimentarios que se encuentran ocultos en muchos de los productos que ingerimos a diario. Su capacidad de endulzar, mucho más que el azúcar, hace que sean utilizados en una menor cantidad e incorporados en alimentos y bebidas de menor contenido calórico. Luego de ponerse en duda los efectos que el edulcorante no calórico podía llegar a tener en una personas, tras realizarse estudios en animales a los que se les suministró edulcorante, expertos en Nutrición y de Ciencia y Tecnología Alimentaria confirmaron que son seguros para los humanos.



“Los edulcorantes no calóricos son solo aditivos alimentarios de sabor dulce que han sido debidamente aprobados por las autoridades sanitarias internacionales luego de exhaustivas revisiones de todas las investigaciones científicas disponibles, con el objetivo de constatar que no presenten ningún efecto sobre la salud humana”, afirmó Susana Socolovsky, doctora en Química y asesora de Asuntos Regulatorios y Científicos de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios (AATA). 

Cantidades inofensivas

La Ingesta Diaria Aceptable (IDA) indica la cantidad del producto que se puede consumir por día de manera inocua durante toda la vida de una persona. Esa cantidad es una centésima parte del volumen que ha demostrado ser seguro en animales.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés-), la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos y otras prestigiosas agencias regulatorias definen los niveles de IDA y garantizan la seguridad de los edulcorantes que han aprobado.

Cada país reglamenta los niveles de uso de los edulcorantes en alimentos y bebidas, basándose en el código alimentario que elabora la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre los principales edulcorantes no calóricos se destacan el acesulfamo k, el aspartamo, el ciclamato, la estevia (glicósidos de esteviol), la sacarina y la sucralosa, que son entre 150 a 600 veces más dulces que la sacarosa (el azúcar de mesa utilizada como estándar de dulzor). 
Fuente: http://tn.com.ar