Las fuertes lluvias y las crecidas provocadas en algunas zonas dañaron 268,000 hectáreas de cultivos, de las que 28,300 quedaron totalmente destruidas, y se calculan unas pérdidas económicas totales de alrededor de $820 millones, destacó el ministerio.
Una de las provincias más afectadas por estas recientes catástrofes naturales ha sido la costera de Fujian, donde al menos 35 personas fallecieron y una sigue desaparecida en un corrimiento de tierras que sepultó las obras de construcción de una central hidroeléctrica el domingo.
La China meridional está empezando su temporada de lluvias, en la que son frecuentes todos los años desastres naturales como inundaciones o tifones, que cada temporada estival causan la muerte de cientos de personas.
Este año los meteorólogos chinos ya advirtieron en meses previos que podría ser una de las peores temporadas de lluvias en cuencas como la del río Yangtsé, debido al efecto del fenómeno meteorológico conocido como El Niño.