El aguacate aporta antioxidantes y grasas de tipo monoinsaturadas muy recomendable para quienes tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las grasas monoinsaturadas previenen las enfermedades cardiacas. Su efecto si hace notar cuando sustituye efecto las grasas saturadas en la dieta. Las aceitunas, los frutos secos (almendras, cacahuetes, avellanas y anacardos), así como los aguacates, y los aceites de estos productos contienen grandes cantidades de grasas monoinsaturadas.
Las grasas monoinsaturadas tienen la propiedad de reducir las tasas de colesterol total en sangre, a expensas del denominado mal colesterol, el LDL-c, al tiempo que incrementan los niveles de HDL-c, el colesterol bueno, que en nuestro cuerpo se encarga de transportar por la sangre el colesterol desde las células al hígado, evitando que se acumule en las paredes de los vasos sanguíneos.
El aguacate es una fruta antioxidante que reduce el colesterol malo
El aguacate es rico en vitamina E, antioxidante que contribuye a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares, las degenerativas e incluso el cáncer.
Además, por su riqueza en magnesio y potasio y bajo aporte de sodio, resulta muy recomendable para aquellas personas que sufren de hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón y para quienes tienen bulimia o toman diuréticos que eliminan potasio.
La fruta también es rica en potasio. Las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas controladas de potasio deben tener cuidado al tener aguacate en su dieta. El aguacate es una fruta bastante calórica por eso hay que moderar su consumo en caso de sobrepeso u obesidad.
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