El 7 de febrero de 1959 aterrizó en el aeropuerto Las Vegas (Nevada,
EEUU) la avioneta Hacienda, pilotada por el piloto John Cook y el
mecánico de máquinas tragaperras Robert Timm. La nave, modelo Cessna
172, había despegado más de dos meses antes, 65 días, concretamente, y
llevaba esos dos meses largos sin tocar tierra, repostando combustible,
agua y alimentos desde un coche, varias veces al día.
En el momento de aterrizar la avioneta había recorrido unos 240.000 kilómetros, suficientes para circunvalar la Tierra seis veces. La plusmarca de 64 días y 22 horas en el aire sigue vigente más de medio siglo después, como atestigua el Libro Guinness de los Records, la autoridad en este negociado. La hazaña se logró al cuarto intento, después de frustrarse las tres primeras por fallos en el repostaje.
La aventura del Hacienda estaba patrocinada por el casino homónimo que había abierto tres años antes en un recóndito extremo de Las Vegas, en un intento de atraer a los jugadores hacia sus ruletas. El propietario Warren Bayley compró por 100.000 dólares una Cessna 172, una avioneta pequeña y fiable con el objetivo de batir el récord anterior, de 46 días, establecido en 1949 en Arizona.
La nave fue modificada para instalar una pequeña cama en la cabina, en la que dormían por turnos los dos pilotos. También se añadió un gran depósito de combustible, un factor crítico en la aventura. El repostaje se hacía dos veces al día desde un vehículo en tierra y a través de una manguera; la avioneta bajaba hasta situarse a varios metros del suelo y ambos vehículos circulaban paralelamente varios kilómetros en una carretera abandonada en el desierto de Nevada.
Durante el repostaje de gasolina los aventureros también recibían agua y comida (“la mejor comida de Las Vegas”, apostillan) desde el vehículo. ¿Y dónde iban a parar sus residuos orgánicos? La avioneta no tenía baño, así que los pilotos hacían sus necesidades en bolsas de plástico, que tiraban a continuación sobre “zonas deshabitadas”, remarcan.
En una de las entradas del diario de bitácora de la nave se anota la visión de un “gran fulgor” en el cielo. Cuando tiempo después los tripulantes investigaron aquel fenómeno se dieron cuenta de que habían presenciado la detonación de una bomba nuclear en el Campo de Pruebas de Nevada, ubicado 100 kilómetros al noroeste de Las Vegas.
El récord sin repostar lo estableció la nave Rutan Voyager en 1986: 216 horas, algo más de 9 días.
Fuente: http://www.cookingideas.es/avioneta-20130415.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario