Hijo del secuestrador de Cleveland: "Merece vivir tras las rejas para siempre"

Anthony Castro, en shock tras el escape de las mujeres raptadas por su padre, pide prisión perpetua y cuenta detalles de su relación

Anthony -uno de los hijos de Ariel Castro- reveló que su padre, sospechoso junto a sus hermanos de raptar durante diez años a tres mujeres, se había separado de su madre tras un historial de violencia familiar y les tenía prohibido entrar a algunas zonas de la casa donde habitaba.

Entrevistado por Daily Mail, el hombre de 31 años reveló fotografías de 2001 en las que se ve una de las “puertas prohibidas”, que conducía a la parte baja de la casa, donde Michelle Knight ya estaba secuestrada. Luego se le sumarían Amanda Berry y Gina DeJesus.

“Si es cierto que las secuestró, las forzó a tener sexo y mantener a un hijo oculto de la luz del sol (…) no merece disponer de su vida nunca más. Merece estar tras las rejas el resto de su vida. Solo estoy agradecido de que (las mujeres) sigan con vida”, le dijo Anthony al diario británico.


Ariel Castro con una ex novia y con su hijo; detrás, la puerta prohibida del sótano (Mail Online)

Confió que sus padres se separaron en los años 90 y que tenía poco contacto con Ariel -al igual que sus tres hermanas-, aunque una conversación reciente le quedó dando vueltas por su cabeza: a mediados de abril, su padre le preguntó si creía que alguna vez la policía encontraría a Amanda Berry, la misma que escapó de su casa en la tarde del lunes.

Anthony le respondió que, teniendo en cuenta que había desaparecido hacía diez años, creía que ya debía estar muerta. “¿En serio? ¿Tú crees eso?”, le preguntó Ariel. En ese mismo momento, en el sótano, Berry y su hija Jocelyn seguían secuestradas.

“La casa estaba siempre cerrada”, recuerda Anthony. “Había lugares a los que no podíamos ir. Candados en el sótano, candados en el ático y en el garaje”, detalló. Castro Jr. trabaja en un banco y vive en Columbus, Ohio. Perdió a su madre -Nilda Figueroa, foto- en 2012 y describió a su padre como un tipo violento y controlador.

De todas maneras continuaba visitándolo: la última vez que lo vio fue dos semanas antes del escape de Berry que terminó por liberar a las otras secuestradas. “Nunca he pasado he pasado más de 20 minutos en esa casa, incluso desde que estaba en la secundaria. Estamos hablando de fines de los 90”, sostuvo.

También describió a los dos hermanos de su padre, Oneil y Pedro, como las dos personas que “sabían todo lo que podían pasar” en relación a Ariel. Los tres son los principales sospechosos del rapto de las tres adolescentes -hoy mujeres-, que escaparon de la nefata casa de la calle Seymour en la tarde del lunes.

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