Mitos y verdades sobre las fantasías sexuales

Mitos y verdades sobre las fantasías sexualesAl contrario de lo que podamos pensar, hombres y mujeres comparten los mismos deseos ocultos
ABC.ES/J. Escartín/R. Ponce
Modelo durante el último desfile de Andrés Sardá
Las fantasías sexuales de hombres y mujeres, a diferencia de lo que pueda parecer, «son muy parecidas». ABC.es acude a un taller de fantasías impartido por Almudena Martínez, sexóloga de Lily Blossom (Madrid). Entre corsés de Maya Hansen, exclusivos juguetes eróticos y un rincón dedicado al arte del bondage, conocemos los secretos que esconde nuestra mente cuando viaja hacia el placer.
Las fantasías nacen de la suma de nuestras vivencias y nuestra imaginación. Y los conocimientos y las experiencias de nuestra infancia son claves en este aspecto.
Ambos sexos comparten fantasías como tener relaciones con otra persona que no sea su pareja actual, experiencias homosexuales, reencuentros íntimos con un ex, someter al otro a su voluntad, practicar sexo en lugares menos comunes, etc. Lo que sí diferencia a hombres de mujeres es la forma de crear la fantasía. «Mientras ellos se basan más en el contenido (podía ser algo como el porno), ellas se recrean más en el contexto (como si fuera la literatura erótica)».
Sin embargo, tener una fantasía no significa tener que cumplirla. Por un lado, las fantasías son en sí un final y además, en muchas ocasiones ni siquiera queremos que se produzcan, estas son las que llamamos «no deseadas o intrusas». Son un ejercicio mental personal que puede quedar solo en eso. «Debemos distinguir entre las fantasías y los anhelos». Si una persona no puede quedar satisfecha sin esa actividad, se ha convertido en un problema.
Además de las fantasías más recurrentes (oscuras, «prohibidas»), la sexóloga nos recuerda que «el simple deseo de enamorarse es también una fantasía, y de las más recurrentes».
Las ventajas de las fantasías son múltiples. «Estimulan tanto como una relación sexual o masturbación, son gratis, ayudan a evadirte sin riesgos, aportan concentración, liberan tensión y mejoran la irrigación sanguínea», explica Almudena Martínez.
Todas las fantasías son válidas y heterogéneas, pero hay límites:
- No hacer daño a nadie
- Principios éticos de cada persona
Otro de los momentos clave es el de la comunicación de la fantasía a tu pareja sexual. ¿Cómo hacerlo? La sexóloga da algunas pistas sobre ello:
-Plantearlo con confianza
-Hacerlo de forma divertida y poco a poco
-Dejar pistas
-Disfrazarte
-Conseguir que la fantasía se convierta en una «travesura» que os haga cómplices.

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