Top 10 Razones: Por qué el Universo, el Sol, la Tierra y la Vida no tienen 6.000 años de antigüedad.

Escrito por Lawrence M. Krauss

Director del Centro de Educación e Investigación en Cosmología y Astrofísica en la Universidad Case Western Reserve. Profesor Ambrose Swasey de Física1 y Profesor de Astronomía en la Case Western Reserve University.
Traducido por Daniel Norero
Hay muchas y variadas maneras en que la ciencia moderna ha confirmado la historia del universo, el sistema solar, la tierra y la vida en la tierra. Todos estos métodos, si bien son independientes, están de acuerdo y TODOS nos dicen que la Vida, la Tierra y el Universo tienen órdenes de magnitud mayores a 6.000 años de antigüedad. No hay espacio científico para errores en estos muchos órdenes de magnitud. Sería como medir la distancia entre Nueva York y Los Angeles, y determinar que el error era de menos de una pulgada. Con el fin de llegar a un acuerdo con la imagen de los creacionistas de la tierra joven, esencialmente todas las facetas de la ciencia moderna -en la que basamos todos los aspectos de la tecnología moderna, nuestros vehículos, nuestra sociedad- tendría que estar completamente incorrecta, lo que implica que casi todo en lo que basamos nuestra vida moderna no debería trabajar como lo hace.

10.- El Universo: El “Big Bang” realmente ocurrió


El Big Bang no es una especulación sin fundamento teórico. El año pasado2, el Premio Nobel fue dado por las observaciones de la radiación de fondo de microondas cósmicas, que han estado viajando por más de 14 mil millones de años antes de ser recibido por el Satélite Explorador de Fondo Cósmico de la Nasa (COBE). Este baño de radiación térmica, cuya temperatura se mide con más precisión que cualquier otro sistema existente conocido, tiene una temperatura que está en concordancia exacta con el valor predicho si el Universo se estuviese expandiendo por 14,3 mil millones de años desde el Big Bang. Por otra parte, las pequeñas desviaciones de temperatura observadas en el cielo, coinciden exactamente con lo que se predice si la gravedad ha trabajado a lo largo de varios miles de millones para crear todas las 400 mil millones de galaxias observadas en el universo. Por otra parte, las observaciones de la radiación de fondo primordiales concuerdan de forma exacta e independiente con las predicciones de un Big Bang caliente que produciría precisamente la abundancia observada de los elementos ligeros, como hidrógeno, el deuterio, helio y litio, en una época cuando el universo tenía un segundo de edad y había una temperatura de 10 mil millones de grados.

9.- Estrellas y Galaxias

Cuando miramos hacia el universo vemos galaxias muy similares a la nuestra… billones de ellas. Las estrellas en estas galaxias brillan como las estrellas de nuestra propia galaxia. Están hechas de gas de hidrógeno, y podemos medir el brillo del gas de hidrogeno en el laboratorio y el brillo de nuestro sol, así que sabemos muy bien cuan brillante son muchas de estas estrellas. La cercana galaxia de Andrómeda se ve casi idéntica a nuestra galaxia, la Vía Láctea. Podemos medir el tamaño de estas galaxias, compararlas con las nuestras, y conseguir un buen acuerdo. El tamaño del disco de nuestra galaxia es de unos 100.000 años luz de diámetro, lo que significa la luz tarda alrededor de 100.000 años en recorrer la distancia a través de nuestra galaxia. Cuando observamos la galaxia de Andrómeda, se observan 2 millones de años luz de distancia, es decir, la luz tomó 2 millones de años para llegar a nosotros. Hay muchas formas en que puede determinar la distancia a esta galaxia. Con los grandes telescopios podemos resolver la de casi todas las estrellas en la galaxia. Contándolas, tenemos alrededor de 100 mil millones de estrellas. Si no estuvieran a 2 millones de años luz de distancia, significaría eclipsar cualquier otra cosa en el cielo nocturno. Si estas variadas estrellas se encontrarán a una distancia de 6000 años luz, con la distancia que la luz puede viajar en 6000 años, nuestra galaxia estaría abrumada de estrellas. Por otra parte, podemos observar las galaxias que han chocado. El tiempo que tardan dos galaxias en chocan es más de 200 millones de años. La evidencia sigue y sigue y sigue.
Las Estrellas, también, nos dan una muy buena referencia en la edad del universo. Sabemos con precisión los procesos físicos de energía en las estrellas3; los hemos recreado aquí en los laboratorios en la tierra con la fusión y fisión nuclear. Como resultado, podemos utilizar las leyes conocidas de la física como medida aquí en la tierra para predecir el ritmo al que evolucionan las estrellas, y el perfil de densidad de la temperatura dentro de las estrellas como nuestro sol. Podemos entonces medir estas propiedades mediante la observación de la luz procedente del sol y están de acuerdo exactamente con nuestras predicciones. Incluso podemos medir las partículas llamadas “neutrinos” provenientes del centro del sol, los cuales se producen en las reacciones nucleares del centro del sol, y su distribución de la energía y el número de neutrinos emitidos coincide precisamente con nuestros cálculos. Sobre la base de estas predicciones se sabe con precisión que el sol, por ejemplo, tiene 4,55 billones de años (más sobre esto más adelante). También podemos determinar la edad de otras estrellas de esta manera, y la edad de las estrellas en nuestra galaxia, nos dicen que tiene unos 11-13 billones de años, precisamente de acuerdo con el numero que obtenemos de la medición de la radiación de microondas cósmica de fondo tal como se describe anteriormente.

8.- Radioactividad

La datación radiactiva es un método popular para determinar la edad de varios sistemas vivos. La datación por radiocarbono, por ejemplo, es una técnica por la que el Premio Nobel fue otorgado en 1960, la cual puede ser utilizada para datar la edad de los seres vivos, porque mientras están vivos intercambian carbono con la atmósfera, donde pequeñas cantidades de material radiactivo de carbono-14 son generados por los rayos cósmicos, pero cuando mueren dejan de intercambiar carbono con la atmósfera. Contando el porcentaje de carbono-14 en el tejido del material y comparándolo con el porcentaje de carbono-14 en sistemas vivos, se puede ver cómo muchos núcleos de carbono-14 se han desintegrado. Ya que el carbono-14 se desintegra en promedio con una vida media de 5730 años (lo que significa que después de 5730 años la mitad de los núcleos de carbono-14 se han desintegrado, y después de otros 5730, la otra mitad de los restantes átomos de carbono-14 se han desintegrado, etc), usando el conocimiento de la abundancia de carbono-14 en la atmósfera como una función del tiempo, basado en la intensidad de los rayos cósmicos, el campo magnético de la Tierra, y también en la tasa a la cual el carbono antiguo de las rocas esta la diluyendo carbono en el agua, etc, podemos utilizar esta técnica para datar de forma fiable los sistemas vivos de hace unos 60.000 años atrás. Las edades obtenidas por esta técnica de medida están de acuerdo con otras determinaciones de edad basadas en la geología, etc.
Podemos utilizar otras formas de radioactividad para hacer mediciones de sistemas que son mucho más antiguos. Por ejemplo el potasio-40 tiene una vida media de 1,3 millones de años, el uranio-238 tiene una vida media de unos 4470 millones años, y el torio-232 tiene una vida media de 14 millones de años. Dado que estos materiales se crean dentro de los núcleos de fuego de las estrellas por fusión nuclear, podemos medir la abundancia de estos núcleos padres en comparación con la abundancia de los núcleos hijos en los que se desintegran para determinar la edad de rocas antiguas, así como las edades de algunas estrellas en las cuales la abundancia de estos elementos pesados se puede medir. Y como era de esperar, todas las edades que obtenemos son compatibles con las determinaciones de edad. La edad de la tierra, cuando se determina de esta manera, concuerda con la edad del sol, es decir, alrededor de 4,5 millones de años. Las edades de los sistemas más antiguos de nuestra galaxia vienen a ser aproximadamente de 10-13 millones de años, de acuerdo con las estimaciones de la evolución estelar, etc.

7.- Supernova 1987a


Las Estrellas explotan en brillantes fuegos artificiales conocidas como supernova, aproximadamente una vez cada cien años por galaxia. La última supernova que se ha observado en nuestra galaxia fue observada por Johannes Kepler hace 400 años. Mediante la observación de muchas galaxias diferentes en el universo en una noche determinada, en realidad podemos observar muchas estrellas explotando en todo el universo, incluso en una sola noche. Tuvimos la suerte el 23 de febrero de 1987, de observar una estrella en explosión en el borde de nuestra galaxia, unos 150.000 años luz de distancia de nosotros. ¿Cómo sabemos que está tan lejos? En primer lugar, la distancia a la estrella había sido determinada mediante la medición de lo brillante que era antes de que la estrella explotara. Pero aún mas notable, las leyes de la física que rigen la forma en que las estrellas (tal como esta estrella que se observó explotar en 1987) realmente explotan, es generalmente entendido y podemos predecir cuánta energía se libera, no sólo en luz, sino también en las partículas llamadas neutrinos que son emitidos en las reacciones nucleares. Es sorprendente que en realidad éramos capaces de medir los neutrinos que nos llegan de esta estrella lejana, y de esto se pudo confirmar de manera independiente que la estrella tenia unos 150.000 años luz de distancia. Por lo tanto, la estrella que explotó hace 150.000 años, que nos dice que nuestra galaxia, por lo menos, tiene más de 150.000 años de edad.

6.- El Brillo del sol


Cuando miras hacia el sol, puedes imaginar que estas viendo la luz que se emite muy cerca de la vez que lo observas. De hecho, la luz tarda unos 8 minutos en llegar desde el sol. Eso no es mucho. Pero puede ser más sorprendente saber cuánto tiempo la luz tarda en llegar desde el centro del Sol hacia el exterior. Recuerde que podemos medir las reacciones nucleares que tienen lugar en el centro del Sol con los neutrinos, y también podemos determinar el perfil de densidad y temperatura del interior del sol midiendo la forma en como el sol vibra, al igual que se puede determinar el perfil de densidad en la Tierra con la sismología, así como buscando petróleo, etc. Usando las leyes conocidas de la física, que predicen con exactitud no sólo el perfil de densidad del sol y su temperatura, sino también la tasa de reacciones nucleares en el núcleo del sol, nos encontramos con que se necesita casi 1 millón de años para que la energía emitida en el centro complete su camino hacia la superficie, donde podemos verla! Si el Sol tuviera 6.000 años de antigüedad, no estaría brillando como lo hace. De hecho podemos ver estrellas que se están formando y tienen solo miles de años de antigüedad, y exactamente como lo predijimos, no se han establecido para arder uniformemente como nuestro sol lo hace. Si el sol tuviese solo 6000 años de antigüedad, su brillo sería tal que la vida en la Tierra sería quemada en cenizas, y su brillo también varía en gran medida a lo largo de la historia humana.

5.- Deriva Continental


Los científicos han observado por cientos de años que las formas de los continentes, en particular las relativas a ambos lados del Océano Atlántico son tales que parece que podrían encajar. Por otra parte, las rocas y fósiles encontrados en las costas enfrentadas de los diferentes continentes son muy similares. Ahora entendemos esto, no sólo teóricamente, sino de forma experimental, mediante el reconocimiento de que los continentes en efecto se están distanciando. Utilizando datos de satélite podemos medir que América del Sur y África se están separando a una tasa promedio de 5,7 centímetros por año, aproximadamente al mismo ritmo en que crecen las uñas.
Esta separación de los continentes se entiende ahora porque el material tiende a ascender a la superficie desde las profundidades de la tierra en las dorsales oceánicas. Nuestra comprensión de la dinámica de la Tierra es totalmente coherente con esta observación, y usando el ritmo actual observado de separación de los océanos, podemos determinar que los continentes formaron parte de una única masa de tierra hace unos 250 millones de años.

 4.- Los estratos de roca, núcleos de hielo, y todo eso.

La escala de tiempo geológica de la Tierra ha sido reconocida con precisión por unos 150 años. El principio es simple, como que las capas de roca se establecen en la superficie de la Tierra con la sucesión en el tiempo. Mientras que las capas se han erosionado y distorsionado, pueden tener diferentes apariencias en diferentes áreas. A lo largo de dos siglos, los geólogos han reconstruido una historia completamente consistente del planeta que está de acuerdo con la estimación de 4500 millones años de edad determinada por otros medios, como la datación radiactiva, astrofísica, y los análisis biológicos. Por otra parte, las diferentes épocas determinadas por los geólogos están asociadas con diferentes especies de fósiles que no sólo documentan la evolución de la diversidad de la vida en la Tierra, sino que también demuestran la amplia variedad de climas en períodos de millones y billones de años. Durante estos períodos se han observado las capas donde se encuentran las extinciones en masa, cuando hasta el 95 por ciento de la vida en la Tierra se extinguieron. Un período de extinción masiva ocurrió hace 65 millones de años, y coincide con la determinación independiente de la época de extinción de los dinosaurios. Esa época se remonta muy anteriormente a los primeros homínidos que se sabe derivan de África, hace unos 3-5 millones de años. Los procesos físicos responsables de la generación de estas capas y el patrón de la roca se conocen bien, y no pudieron haber sido creados en una inundación mundial hace 6000 años, o hace 65 millones de años.
En una escala de tiempo más corto hay otras medidas directas de la edad de la Tierra. Los más notables son los núcleos de hielo profundos tomados de la Antártida, Groenlandia y otros lugares. Todos ellos proporcionan un registro constante de las variaciones del clima sobre la tierra durante los últimos 400.000 a 800.000 años. Como la temperatura de la Tierra varía, la abundancia isotópica de los gases, tal como el deuterio en el agua que se condensa, será diferente. Mediante la extracción de núcleos de hielo profundo, y midiendo los ratios de abundancia isotópica de los gases de las burbujas atrapadas en el hielo, los climatólogos puede determinar mucho sobre la historia de la Tierra. Las capas son separadas por la cantidad de nevadas anuales. A medida que la temperatura varía a lo largo del año, las distintas capas se distinguen, al igual que los anillos de árboles, y las edades del hielo en función del espesor son determinables. De esta manera se puede determinar que los núcleos de hielo más profundos reflejan una historia de más de 500.000 años, reflejando dramáticas variaciones en la temperatura, abundancia de dióxido de carbono, niveles del mar, etc. De hecho, ha habido numerosas ocasiones en los últimos 400.000 años, cuando el nivel del mar aumentó en más de 40 metros, pero no hay tiempo para que esto suceda en los últimos 6.000 años.

3.- Fósiles

El registro fósil de la tierra es increíblemente rico, pintando un cuadro vívido del auge y caída de varias especies. Más del 99% de todas las especies que han existido en la Tierra se han extinguido. La presencia de este registro fósil no sólo es compatible con la imagen evolutiva del cambio de especiación en el tiempo, sino que también proporciona una herramienta independiente para determinar la edad de los diferentes sistemas por lo que se denomina bioestratigrafía. Los fósiles tales como trilobites y amonites existen en todo el mundo y no sólo revelan la naturaleza cambiante de la vida, sino que también proporcionan una confirmación independiente de las edades geológicas, por lo menos para las formas de vida que existieron hace muchos millones de años atrás.
Los dinosaurios, para lo cual existe un gran interés y una gran desinformación en el Museo de la Creación4, vivieron durante el período comprendido entre hace 250 millones de años hasta hace aproximadamente 65,5 millones años, cuando se extinguieron rápidamente en un evento que se conoce como la “extinción K-T”. Durante este período, la evidencia de los estratos geológicos obtenidos en todo el mundo demuestran abrumadoramente una alteración global de la vegetación. El límite geológico de la capa del “K-T”, contiene una abundancia de iridio, que es cientos de veces más grande que lo normal, y es coherente con la abundancia de iridio medida en los meteoritos y asteroides. La idea de que esta extinción masiva se asoció con un impacto de un meteorito grande se apoya en la existencia de un cráter de 100 millas de ancho en Chicxulub en la costa de Yucatán, México.
Muchos fósiles de especies de homínidos anteriores al Homo Sapiens existen hace millones de años. Hasta hace poco uno de los esqueletos más completos pertenecía a una mujer joven, llamada “Lucy” por sus descubridores. Se encontró en Etiopía en 1974, Lucy se remonta a unos 3.200.000 años atrás5 y es uno de los fósiles de transición tempranos común a los chimpancés y los humanos modernos.

2.- Evolución

La realización notable de Darwin, que la diversidad de la vida en la tierra cambia con el pasar del tiempo, ha sido probada de muchas maneras diferentes, utilizando muchos y diferentes tipos de ciencia, desde la datación radiométrica, a la ciencia de la genética. La evolución proporciona un marco notable dentro del cuál puede ser entendida la actual diversidad de las especies. Se apoya en cada pieza de datos de la biología moderna y la geología. El registro fósil está repleto de fósiles de transición de todo tipo, incluyendo un registro continuo de la evolución desde el mar a los animales terrestres, y un registro muy completo, que contiene cientos de ejemplos de transición desde las especies de homínidos a los humanos modernos durante un período de 5.000.000 años.
La determinación de la edad de los diferentes fósiles humanos esta respaldada en una gran cantidad de datos, incluyendo la datación radiactiva, datación geológica, y más recientemente con la datación genética. La genética moderna, el estudio del ADN como el repositorio de información, que es la base para la reproducción de formas de vida, permite hacer comparaciones detalladas entre las especies representadas. La estrecha relación genética entre el genoma humano y el de los grandes simios es una de las muchas piezas de datos que implica que son nuestros primos genéticos más cercanos en la tierra. Debido a que las tasas de mutación de varias partes de la secuencia de ADN se han determinado, uno puede usar esto como “reloj molecular” para determinar el tiempo que ha tomado la divergencia entre humanos y los grandes simios. Se ha determinado que la divergencia humano-chimpancé comenzó hace alrededor de 4,5 hasta 5.000.000 años, mientras que la divergencia entre humanos y gorilas (y los chimpancés) se produjo hace unos 7 millones de años.

1.- Registro documental.

Por último, los seres humanos, o por lo menos nuestros antepasados inmediatos, nos han dejado un registro documental de su propia existencia, lo que demuestra de muchas maneras diferentes que han existido por mucho más de 6000 años. La antigua civilización egipcia, por ejemplo, comenzó a lo largo del río Nilo, hace unos 13.000 años, donde las herramientas de piedra que datan de este período se han descubierto, y los análisis de polen antiguo encontrado en los sitios arqueológicos indican agricultura de trigo y cebada. La evidencia de construcción de edificios grandes en Egipto también se remonta al menos 8000 años atrás. En Europa, los seres humanos, así como otras especies de homínidos de vida en los últimos 100.000 años nos han dejado un registro documental en diferentes formas. Neandertales, por ejemplo, vivieron en Europa desde hace 100.000 años, hasta hace unos 24.000 años atrás, dejando no sólo muchos esqueletos fósiles, sino también kits de herramientas sofisticadas como hachas y lanzas. Hay pruebas claras de que los neandertales enterraban a sus muertos, así como también construían refugios complejos.
Tal vez lo más notable, es que los mismos seres humanos han dejado un registro documental claro de su existencia, remontándose al menos 30.000 años. Esto viene de las ilustraciones que se encuentran en cuevas, en particular las que se encuentran en la moderna Francia y Alemania. Estas bellas imágenes de bisontes, caballos y ciervos no sólo nos dicen que estos primeros seres humanos eran capaces de una apreciación artística del mundo que les rodeaba, sino también nos dice que los animales estaban cohabitando con los humanos en ese momento. Están fechados no solo por métodos geológicos, sino también por la datación por radiocarbono de los pigmentos en las propias pinturas. Una figura humana de metro de altura, con cabeza de león tallada en marfil de mamut fue encontrado en una cueva en Alemania que data de hace 32.000 años.
Es interesante notar que de todos los dibujos y escritos de los primeros seres humanos, ningún simple dibujo o texto, indican que algún animal se pareciera a los dinosaurios. No hay pruebas documentales, evidencias geológicas, o evidencia biológica de cualquier convivencia, lo cual es totalmente coherente con el conocimiento que los dinosaurios desaparecieron hace unos 65 millones de años.
Algunos de los más interesantes conjuntos de pinturas incluyen trazados de manos humanas, de más de 10.000 años (algunos tan antiguos como 27.000 años de edad), lo que demuestra que tal vez estos primeros humanos querían dejar un registro permanente de su propia existencia. Afortunadamente, los mensajes que nos han dejado en esta forma han sobrevivido hasta la actualidad. Debemos celebrar este maravilloso regalo de nuestros antepasados al mundo moderno.

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