Lo mejor y lo peor del cine en el 2012

Algunas pelícuas reafirmaron la razón por la que el séptimo arte es considerado un espejo de la humanidad, otras cintas simplemente fueron una tortura
Por Juanma Fernández-París / Especial El Nuevo Día
Durante las últimas semanas del 2012 los miembros de la Academia de Las Ciencias y Artes Audiovisuales se han estado lamentando de que todavía no hay un solo filme que vaya claramente en la delantera para ganar el codiciado Oscar de Mejor Película.
Sin embargo, para aquellos que tenemos la suerte de al final del año poder evaluar las producciones que representan lo mejor del séptimo arte, resulta extremadamente gratificante ver que en el 2012, 10 espacios no son suficientes para acomodar las producciones que pueden llevarse la etiqueta de lo mejor.
En el proceso de preparar esta lista se me hizo bien difícil excluir el realismo mágico de Moonrise Kingdom, la catarsis emocional del clímax de la saga del Batman de Christopher Nolan en The Dark Knight Rises o la inteligencia insuperable de la comedia y el romance de Celeste and Jesse Forever.
A continuación mi selección de las películas que este año reafirmaron la razón por la que el cine es considerado un arte y el espejo en el que podemos ver nuestra humanidad en todas sus facetas.



Lo Mejor
The Impossible (Estrena en enero 2013)
Esta joya cinematográfica ocupa la primera posición por su delicado balance de recursos contradictorios para presentar la fuerza devastadora de la naturaleza junto con el poder inquebrantable del espíritu humano. En docenas de películas de desastres, Hollywood ha utilizado los mejores efectos digitales para deslumbrarnos con la proporción épica de varios posibles finales apocalípticos. Sin embargo, todos estos filmes siempre sufren de ser una experiencia emocional hueca. En esta película, el español Juan Antonio Bayona (El Orfanato) usa estos recursos para representar el Tsunami de 2004 en Tailandia de una forma visceral, para luego crear una catarsis gigantesca mientras presenciamos cómo la jornada imposible, pero verídica, de una familia ilustra las cualidades frágiles e indestructibles de nuestra humanidad.

Argo
“Solo en Hollywood” siempre ha sido la expresión común para hacer referencia a algún tipo de ficción descabellada que la industria del cine ha decidido mercadear en alguno de sus productos. En esta fabulosa película, Ben Affleck le da un viraje apropiado a esta noción para mostrar cómo los aspectos más increíbles de una historia real se mezclaron con la fascinación universal que existe por escapar a las fantasías que solo existen en la pantalla grande. Tanto en las secciones en las que se satiriza la industria, como en las secuencias de suspenso abrumador, la dirección de Affleck es un ejemplo de todo lo que se puede lograr en este medio.

Life of Pi
Independientemente de cuál sea la trama, el director Ang Lee siempre logra poesía visual en sus filmes. En esta producción, esa cualidad invaluable se mezcla con el uso superlativo del 3D y con una odisea imposible que examina las trampas y los tesoros de tratar de contar una historia que entretenga a la misma vez que logre capturar una emoción genuina.

Lincoln
Quizás sea un error craso subestimar lo que Steven Spielberg todavía puede hacer como director, pero en esta cinta su mayor logro fue no encarcelar a su personaje titular en los códigos de un drama histórico tradicional. Con esto como su mayor acierto, el director abre el espacio para retratar el proceso político que requirió enmendar la constitución para lograr la abolición de la esclavitud.

Looper
Este examen del bien y el mal en la naturaleza humana, junto con lo mejor del cine de ciencia ficción y acción resultó en una fusión totalmente irresistible. La película cuenta con la mejor de todas la actuaciones destacadas de Joseph Gordon Levitt en el 2012. Y aunque en el 2013 Bruce Willis estará protagonizando otra Die Hard, esta película, junto con Moonrise Kingdom, Sixth Sense, Fifth Element y Pulp Fiction, confirma su habilidad para escoger guiones completamente originales.

The Grey
Brutalidad y poesía visual, esas son las armas principales que el director Joe Carnahan utiliza en este drama para evaluar la fortaleza y fragilidad que puede coexistir en el territorio de la masculinidad. Si no se quedó para ver el último encuadre después de los créditos, el choque final de Liam Neeson con el lobo más feroz de la pantalla grande no va a tener ningún impacto.

Django Unchained
Quentin Tarantino reinventa el género del western, preservando sus códigos y colocándolos en el sur de Estados Unidos dos años antes de que comience la guerra civil. El resultado es inolvidablemente explosivo, sobre todo la participación de Samuel L. Jackson en una actuación que rectifica el prejuicio venenoso que fue propagado en Birth of a Nation.

The Perks of Being a Wallflower
Dentro de la filmografía de Emma Watson, esta va a ser la película que va a ser señalada como el momento en el que la actriz finalmente se graduó del universo de Harry Potter. Aun así esta hermosa adaptación de la novela de Stephen Chbosky, que aquí debutó como director, captura perfectamente la etapa donde creemos que las amistades van a durar para siempre y en la que adolecer es parte del ritual de crecer.

Skyfall
Después de 50 años, todos ya estábamos convencidos que sabíamos qué esperar de una película de James Bond. Sin embargo, para la aventura número 23 del Agente 007, el director Sam Mendes, Daniel Craig, Judi Dench y Javier Bardem lograron entretenimiento de primera que no dejó de sorprender.

The Avengers / Cabin in the Woods
Esto parecerá un empate totalmente disparejo. El primer filme de superhéroes que se quedó con el verano, mientras que el otro es un filme de horror que nadie le hizo caso. Sin embargo, ambas películas representan el ingenio del guionista y director de Joss Whedon. En ambos filmes, Whedon demuestra su devoción por los géneros que está utilizando, a la misma vez que los lleva a lugares nuevos y totalmente originales.



Lo peor

Y en un año con tantas cosas que celebrar en pantalla, éstas fueron las cinco películas que convirtieron la experiencia de ir al cine en una sesión de tortura interminable.

That’s My Boy
En un esfuerzo desesperado por tratar de comprobar su vigencia con el público que fue a ver los filmes de The Hangover, Adam Sandler pasó de lo vulgar a lo ofensivo con una comedia que utiliza incesto como uno de los puntos claves de la trama.

Ghost Rider: Spirit of Vengeance
¿Recuerdan cuando todo el mundo pensaba que Nicolas Cage era un buen actor? ¿No? Ok. Porque este desastre no va a lograr rescatar su reputación.

The Watch
De todas las películas malas que se estrenaron este año, esta es la que mejor representa lo poco que la industria valora el trabajo de un buen guionista. Las escenas de “improvisación” entre Vince Vaughn, Ben Stiller y Jonah Hill daban ganas de arrojarle cosas a la pantalla grande.

The Lucky One
Zack Efron tiene de actor dramático lo que yo tengo de modelo de pasarela.

Proyect X
La publicidad de este filme prometió la diversión de una fiesta épica, pero el público se encontró con el aburrimiento de una docena de montajes que fueron reciclados de la basura de la sala de edición del especial de MTV Spring Break 1996.

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