La bicicleta es el medio de transporte más habitual entre los miembros de estas comunas rurales israelíes ya centenarias.
Por Daniela Brik/EFE
Jerusalén - Izhar Gafni, un emprendedor israelí, ha logrado construir una resistente bicicleta de cartón con la que espera revolucionar el sector del medio de transporte ecológico por antonomasia, con un coste de producción en torno a unos $10.
Además de barata, la bicicleta es ligera, fuerte, resistente al agua y la humedad, impermeable al óxido y puede soportar hasta 308 libras de peso.
Su chasis está elaborado completamente de cartón recubierto de un material impermeable de color marrón y blanco, con lo que el acabado consigue que parezca un vehículo de plástico.
"Se trata de una bicicleta urbana, la más sencilla que puedas imaginar, pero suficientemente resistente como para convertirse en un buen medio de transporte", explicó a Efe Gafni.
Residente en el moshav (cooperativa rural israelí) de Emek Jefer, en el norte de Israel, este mecánico autodidacta tuvo como inspiración otro invento: Una canoa hecha de cartón con materiales altamente resistentes al agua.
"Cuando trabajaba en California tuve conocimiento de la canoa. Estuve varios meses dándole vueltas al tema hasta que regresé a Israel y me dije, ¿por qué no hacerlo?, no existen bicicletas de cartón", refiere.
Quizá el hecho de que haya decidido ir a por la bici no es casual, y es que Gafni nació y se crió en el kibutz Bror Jail (sur del país), en el seno de una familia brasileña emigrada a Israel.
La bicicleta es el medio de transporte más habitual entre los miembros de estas comunas rurales israelíes ya centenarias, aunque él simplemente se define como aficionado a la bici.
Bautizado como BV6, el invento le ha llevado cuatro años de construcción y seis prototipos, pues dedicó los primeros años a experimentar los límites y posibilidades del cartón, un material de cuyo maleado apenas existían conocimientos previos.
"Consulté con varios ingenieros y al principio construí una bici pequeña que parecía una caja con ruedas", relata antes de reconocer que "lo más duro fue desarrollar la tecnología para lograr algo que se pareciera a una bicicleta".
En sus investigaciones aplicó los principios de la papiroflexia japonesa y logró incrementar hasta en tres veces la capacidad de resistencia del material simplemente doblándolo y superponiéndolo en varias ocasiones.
El artilugio puede ser doblemente ecológico ya que puede elaborarse igualmente con cartón de reciclaje.
Otra de las ventajas es que no precisa ensamblaje previo, sino que es de una sola pieza, incluidas las ruedas, por lo que no experimentará los temidos pinchazos, convirtiéndose así en un medio que apenas requiere mantenimiento.
Gafni confía que en el plazo de año y medio llegue a los mercados, principalmente de Israel, Europa y Estados Unidos, a un precio entre $60 y $90, aunque su fabricación rondará los $10.
Aspira a que en la línea de producción intervengan personas discapacitadas, pues su fabricación no requiere de un conocimiento muy especializado.
Y afirma que ya se han interesado por el producto en varios países europeos y entre los posibles clientes figuran ayuntamientos que podrían adquirir la bici como medio de transporte para alquilar.
El inventor trabaja en la actualidad en un nuevo modelo que cuenta con un motor eléctrico extraíble, destinado para grandes compañías como vehículo para empleados que resulte barato y ligero.
Los fabricantes estudian poder elaborar en el futuro sillas de ruedas y cochecitos de bebé de cartón.
"Me gustan los medios de transporte, construí una moto de todo tipo de materiales", aseveró el emprendedor, que está acompañado en todo el proceso de desarrollo y financiación por una compañía de soluciones tecnológicas.
Además de barata, la bicicleta es ligera, fuerte, resistente al agua y la humedad, impermeable al óxido y puede soportar hasta 308 libras de peso.
Su chasis está elaborado completamente de cartón recubierto de un material impermeable de color marrón y blanco, con lo que el acabado consigue que parezca un vehículo de plástico.
"Se trata de una bicicleta urbana, la más sencilla que puedas imaginar, pero suficientemente resistente como para convertirse en un buen medio de transporte", explicó a Efe Gafni.
Residente en el moshav (cooperativa rural israelí) de Emek Jefer, en el norte de Israel, este mecánico autodidacta tuvo como inspiración otro invento: Una canoa hecha de cartón con materiales altamente resistentes al agua.
"Cuando trabajaba en California tuve conocimiento de la canoa. Estuve varios meses dándole vueltas al tema hasta que regresé a Israel y me dije, ¿por qué no hacerlo?, no existen bicicletas de cartón", refiere.
Quizá el hecho de que haya decidido ir a por la bici no es casual, y es que Gafni nació y se crió en el kibutz Bror Jail (sur del país), en el seno de una familia brasileña emigrada a Israel.
La bicicleta es el medio de transporte más habitual entre los miembros de estas comunas rurales israelíes ya centenarias, aunque él simplemente se define como aficionado a la bici.
Bautizado como BV6, el invento le ha llevado cuatro años de construcción y seis prototipos, pues dedicó los primeros años a experimentar los límites y posibilidades del cartón, un material de cuyo maleado apenas existían conocimientos previos.
"Consulté con varios ingenieros y al principio construí una bici pequeña que parecía una caja con ruedas", relata antes de reconocer que "lo más duro fue desarrollar la tecnología para lograr algo que se pareciera a una bicicleta".
En sus investigaciones aplicó los principios de la papiroflexia japonesa y logró incrementar hasta en tres veces la capacidad de resistencia del material simplemente doblándolo y superponiéndolo en varias ocasiones.
El artilugio puede ser doblemente ecológico ya que puede elaborarse igualmente con cartón de reciclaje.
Otra de las ventajas es que no precisa ensamblaje previo, sino que es de una sola pieza, incluidas las ruedas, por lo que no experimentará los temidos pinchazos, convirtiéndose así en un medio que apenas requiere mantenimiento.
Gafni confía que en el plazo de año y medio llegue a los mercados, principalmente de Israel, Europa y Estados Unidos, a un precio entre $60 y $90, aunque su fabricación rondará los $10.
Aspira a que en la línea de producción intervengan personas discapacitadas, pues su fabricación no requiere de un conocimiento muy especializado.
Y afirma que ya se han interesado por el producto en varios países europeos y entre los posibles clientes figuran ayuntamientos que podrían adquirir la bici como medio de transporte para alquilar.
El inventor trabaja en la actualidad en un nuevo modelo que cuenta con un motor eléctrico extraíble, destinado para grandes compañías como vehículo para empleados que resulte barato y ligero.
Los fabricantes estudian poder elaborar en el futuro sillas de ruedas y cochecitos de bebé de cartón.
"Me gustan los medios de transporte, construí una moto de todo tipo de materiales", aseveró el emprendedor, que está acompañado en todo el proceso de desarrollo y financiación por una compañía de soluciones tecnológicas.
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