En el aire los millones de recompensa por capturar a Bin Laden

Por Lucía Leal (EFE)
Ya algunas personas han reclamado el dinero   
Washington - Una vez retirado Osama Bin Laden de la lista de los terroristas más buscados por EE.UU., la pregunta es dónde irán a parar los $25 millones que se ofrecía por su captura, aunque no faltan los que se han apresurado a reclamarlos.
La etiqueta "fallecido" aparece desde el lunes al lado del nombre del líder de la red terrorista Al Qaeda en la lista del Programa de Recompensas por Justicia del Departamento de Estado, que ofrecía por él una de las cantidades más altas de su historia.


Junto a esa etiqueta se ha abierto un interrogante: el de si, cerrada la operación de búsqueda y captura, esa millonaria suma quedará sin reclamar y permanecerá, por tanto, en las arcas públicas de Estados Unidos.
Dejar en el aire $25 millones por el hombre más buscado del mundo parece disparatado, pero es posible que ocurra, según dijo hoy a Efe un funcionario del Departamento de Estado que pidió el anonimato.


La compleja operación que resultó en la detención del hombre más buscado del mundo implicó a tantas fuentes y agencias diferentes que no existe una sola persona responsable de haber puesto a Bin Laden en el radar de Washington, lo que complica notablemente el proceso.
A ello se suma la espinosa cuestión de que gran parte de la información se obtuvo de detenidos en las cárceles secretas de la CIA, muchos de ellos "sospechosos de terrorismo" que "no parecen los destinatarios más probables" de cheques millonarios firmados por Washington, reconoció el funcionario.
Quienes finalmente se hagan con esos cheques deberán pasar por un "largo" proceso que se inicia necesariamente en una agencia implicada en la investigación del caso, ya sea el Departamento de Justicia, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) o la CIA.
Después de evaluar las pistas proporcionadas y otros factores, como el riesgo para la vida de la fuente que entregó la información, las agencias envían una o varias nominaciones a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que debe aprobarlas.
En ese rígido esquema, no queda espacio alguno para presentar solicitudes a título individual, pero eso no ha impedido que algunos empiecen a maquinar cómo hacerse con parte de la jugosa cantidad.
En primera línea está Gary Faulkner, un trabajador de la construcción de Colorado conocido como el "cazador" de Bin Laden por su apasionada búsqueda del líder terrorista, que le llevó incluso a ser detenido en Pakistán mientras trataba de cruzar a Afganistán el pasado junio.
"Tuve un papel muy importante en este maravilloso asunto, sacándole de las montañas y llevándole a los valles... Alguien tenía que llevarle hasta allí. Ahí es donde entré yo", aseguró Faulkner el martes a la cadena ABC.
"Asusté a la ardilla para que saliera de su guarida, sacó la cabeza y se la cubrieron", añadió el hombre de 52 años, que reconoce ir armado en su cacería con una espada de samurái y prismáticos de visión nocturna.
Faulkner, detenido en diez ocasiones en Colorado por robo en viviendas y violencia doméstica, afirma que entregó al Gobierno "la oportunidad (de capturar a Bin Laden) en bandeja" y niega que el terrorista haya estado viviendo en el complejo de Abottabad (Pakistán) durante seis años, como afirma EEUU.
"No soy codicioso, pero vendí todo lo que tenía y puse mi vida en juego", aseguró el "cazador", quien insiste en que presentará una solicitud por la recompensa al Gobierno.
Si los investigadores declararan desierta la entrega de la recompensa, los 25 millones se quedarían en el fondo reservado por el Departamento de Estado para los pagos por captura de terroristas y otros criminales, y en último término, entrarían dentro del presupuesto de la agencia, explicó a Efe el funcionario.
El terrorista por el que Estados Unidos ofrece ahora la suma más alta -$25 millones - es Ayman al Zawahiri, el lugarteniente de Bin Laden y su probable sucesor al frente de Al Qaeda.
La mayor recompensa de la historia del país fue de $30 millones y se entregó a un ciudadano iraquí que proporcionó información sobre Uday y Qusay Hussein, los hijos del dictador iraquí Saddam Hussein, fallecidos en 2003 en un intercambio de fuego con fuerzas estadounidenses.

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