En un encuentro aburrido, Manny Pacquiao (53-3-2, 38 nocauts) dominó claramente al veterano ex triple campeón divisional Shane Mosley (46-6-1-1, 39 nocauts), venciéndolo por abierta decisión unánime.
Las votaciones fueron 119-108, 120-108, y 120-107 en favor del filipino.
De esta manera, Manny conservó el título welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
“Hicimos lo mejor posible. Yo hice lo posible por el público”, dijo Pacman al finalizar el combate.
Mosley deslució y podría estar encaminado al retiro aunque luego del combate ni lo negó ni lo aceptó.
Aunque ambos púgiles visitaron la lona en una ocasión, la realidad es que el filipino no tuvo mayor apuro para apuntarse la victoria en el combate estelar del mega evento celebrado en el hotel MGM Grand de Las Vegas.
Pacquiao llegó a la tarima acompañado por la canción 'Eye of the Tiger' (Ojo del tigre, en español) del grupo de rock Survivor, la cual forma parte de la banda sonora del film 'Rocky III'.
Tan pronto subió al cuadrilátero, la gran mayoría del público comenzó a gritar a coro su nombre.
Mosley, subió primero, con la canción 'Bad' (Malo, en español), del fenecido cantante Michael Jackson.
Con guantes amarillos para concienciar al mundo sobre el problema de pobreza en su natal Filipinas, Pacquiao salió a tantear con el jab en el primero. Mosley intentó una combinación de dos izquierdas y un cruzado de derecha, pero el filipino las pasó sin mayor dificultad. Shane caminó en retroceso y hacia los lados mientras lo perseguía Manny. Pero fue un asalto mayormente de estudio.
En el segundo, Pacquiao logró meter varias combinaciones. Mosley intentó golpearlo de entrada, pero el campeón era demasiado rápido.
Kenny Bayless le avisó a ambos que tuvieran cuidado con los cabezazos accidentales, luego de que chocaran testas en dos ocasiones.
Derribado Mosley
De repente, Manny tiró a Mosley con un abierto jab de derecha, seguido por un explosivo izquierdazo, cuando quedaban 1:06 en el tercero. Shane cayó a la lona aturdido y de repente comenzó a lucir como lo que era, un gastado ex campeón mundial, de 39 años de edad.
Con la caída, la casa llena en el MGM Grand Arena estalló en vítores.
“Tomamos riesgos. Por eso tuve una caída . pelee contra lo mejor. Este peleador es fuertísimo. Es lo mejor. Sé que hice lo mejor de mí”, dijo por su parte, Mosley.
Para el cuarto y tras probar la pegada del fenomenal filipino, Mosley salió temeroso. Se dedicó a retroceder y esquivar. Fue su estrategia el resto del camino.
Como le ha sucedido a tantos otros en el pasado, Shane comprendía que cuando más expuesto estaba frente al filipino era cuando intentaba tirar golpes. Por esto se dedicó más a protegerse de las embestidas opositoras.
Por su parte, el campeón congresista y cantante filipino mantenía su calma.
A mediados del sexto capítulo, ya la afición comenzaba a abuchear, molestos con la actitud defensiva del estadounidense.
En los momentos finales de ese round, Mosley coló sus mejores golpes hasta entonces: un leve derechazo, seguido segundos más tarde por un jab al rostro de su agresor.
Shane intentó atacar brevemente en el octavo pero de inmediato fue castigado por el filipino, lo que lo hizo cambiar de idea. Solo le quedaba un titubeante jab al estadounidense.
Era claro que Mosley únicamente buscaba sobrevivir los 12 asaltos ante su amigo el Pac Man.
Con su oponente agotándose, Pacquiao logró colar dos combinaciones a mediados del noveno. Mosley las sintió, al igual que un izquierdazo en el rostro al final de esa vuelta.
Preocupado con que no lo noquearan, Mosley no conectó ni 10 puños en ninguno de los asaltos.
¿Caída de Pac?
Pero eso no evitó que Bayless cantara como caída un obvio resbalón del filipino en el décimo, causado por un empujón.
Fue lo peor que pudo haberle hecho el árbitro a Shane. La mal llamada caída enfureció al filipino, que se abalanzó sobre Mosley el resto del asalto, y en el undécimo.
El público entonces comenzó a gritar a coro “Knock him out” (Noquéalo, en español).
Shane no tiraba; rehuía o agarraba. Solo en el asalto final hizo lo que pareció un intento de conectar a Pacquiao. Pero duró poco, y el público lo abucheó nuevamente.
“Fue un golpe de suerte”, fue el señalamiento del filipino sobre el dudoso 'knock down' que más bien pareció un empujón del norteamericano.
Con su penoso desempeño, Mosley no le hizo justicia a una carrera que lo vio ganar títulos mundiales en las 135, 147 y 154 libras, y convertirse en uno de los púgiles más populares de su país.
Tras el pleitio, Pacquiao admitió que confrontó problemas con sus piernas.
“A mitad de los asalto tuvo calambres en las piernas y no pude moverme bien. Le dije a la esquina que estiraran las piernas. Tenemos que trabajar con eso.”
