NUEVA YORK, EE.UU.- La colombiana Shakira vive un momento muy dulce en su carrera tras convertirse en la cantante latina más reconocida del planeta, un título que está dispuesta a defender con nuevo disco en español y una gira con la que recorrerá medio mundo.
"Ha sido un muy buen año. Siento que atravieso un momento muy vibrante y luminoso en mi vida, en el que me encuentro a menudo sonriendo más", explicó la cantante en la presentación en Nueva York de su más reciente trabajo, "Sale el sol", un título que habla por sí solo del estado de ánimo de la artista.Shakira, de 33 años, tiene razones para sentirse bien, su interpretación del ya célebre "Waka waka", el tema oficial para el Mundial de fútbol de Sudáfrica y el particular baile con el que la acompañó, hizo que la colombiana sonara con fuerza en las emisoras de todo el mundo y que su videoclip fuera un éxito en internet.
" 'Waka waka' me ha dado tantas satisfacciones, ha traído tanta felicidad a mi vida, creo que el sol empezó a brillar para mí este año con más fuerza que nunca por ella y en parte me siento más conectada conmigo misma y con quién soy como artista, ha traído muchas respuestas a mi vida", aseguró la cantante.
Esa "bendición" le ha llegado a Shakira tras varios lustros convertida en una de las artistas más respetadas en Latinoamérica y España y después de haberse ganado un hueco en el mercado anglosajón con la publicación de tres discos con temas en inglés.
Antes de ello, la colombiana, bautizada con el nombre de Shakira Isabel Mebarak Ripoll, se había metido en el bolsillo al público de habla hispana con sus temas en "Pies descalzos" (1995) y "¿Dónde están los ladrones?" (1998), pero su apuesta por ganarse el respeto del público mundial llegó con "Servicio de lavandería" (2001).
Tras el buen resultado del primer sencillo de ese disco en inglés, "Whenever wherever", con el que sedujo al público con su espectacular movimiento de caderas, y con una carrera asentada en español, Shakira se lanzó y presentó "Fijación Oral vol. 2", un álbum en inglés en el que incluyó "Hips Don't Lie" junto al respetado rapero Wyclef Jean e "Illegal", con Carlos Santana.
Después de esas colaboraciones seguirían otras, como la que protagonizó tiempo después con la todopoderosa Beyoncé Knowles en "Beautiful Liar" y que quiso vertebrar como su verdadera tarjeta de presentación ante el público estadounidense.
Su mayor apuesta internacional llegó finalmente con "She Wolf", un álbum que en 2009 presentó con un pegadizo y sorprendente tema homónimo y en el que, además de una novedosa y sensual imagen, lanzó temas junto a algunos de los nombres más potentes de la industria estadounidense, como el rapero Lil Wayne.
Sin embargo, el "Waka waka" cayó del cielo justo a tiempo para lanzarse a una gira mundial que empezó este mes en Canadá, con la que logró llenar hasta la bandera el Madison Square Garden de Nueva York y acabar en la portada de The New York Times con una gran fotografía de su noche en la Gran Manzana.
Shakira ha sido capaz de aprovechar la buena energía del momento para crear su nuevo disco "Sale el sol", un trabajo en el que deja claro que no se compromete con un solo estilo musical y en el que se refleja el buen sabor de boca que le ha dejado el éxito en temas como el que da nombre al disco.
"Ahora estoy muy optimista, me siento más ligada al público y he entendido muchas cosas de la vida. Me siento bien y estas canciones son el reflejo de un buen momento y de haber salido de tiempos difíciles. La vida no es fácil y quiero que el sol brille para todo el mundo como brilla sobre mí", expresó la cantante.
En el nuevo disco, Shakira presenta su "lado romántico y rockero", pero también su vertiente "más latina", con la que se ha puesto "en contacto con las raíces del merengue", género con el que creció y que impregna su primer sencillo, "Loca".
Shakira tiene ahora frente a sí el reto de defender su estatus de estrella mundial, contentando tanto al público que la prefiere cantando en español como al que lo hace en inglés, al tiempo que mantiene su interés en las causas sociales, como es su trabajo al frente de la Fundación Pies Descalzos y su colaboración con la Fundación ALAS.