Detroit, la devastada ciudad estadounidense que podría ser decisiva en las elecciones presidenciales

Por: Jason Reed / Reuters Con estas míseras ventajas, además de Florida, Trump arrebató el triunfo a pesar de que todas las encuestas lo daban por perdedor. Analistas e ideólogos comenzaron a ver al trumpismo no tanto como las simpatías a un 'outsider', sino como un populismo

que tenía la facultad de articular al viejo republicanismo con un segmento importante de votos obreros exdemócratas.

Son esos mismos sectores obreros que vieron como desmantelaron el orgullo nacional, la industrialización desde donde nació el sueño americano. Hacia ellos se dirigió el lema de la campaña de 2016: "Hagamos grande a América otra vez". La campaña de Trump consiguió articular el malestar causado por la fuga de puestos de empleo y de inversiones.

Pero el problema no está cruzado solamente por el tema de clase, sino también por el racial. El 82 % de los habitantes de Detroit son negros, están excluidos, son perseguidos. Hay una especie de apartheid en el transporte público. 

En este estado ganó Obama, pero perdió Hillary, que sacó 72.000 votos menos, y está por verse qué pasará con Joe Biden, un político del 'establishment' blanco que, como todos los de su sector, es visto con recelo por las minorías y los militantes de izquierda.

Los sectores que han sido demócratas podrían volver a lanzarse a los colegios electorales para intentar parar la avalancha republicana que llegaría si el mandatario vuelve a ganar, así sea por un voto

Pero además, hay otros riesgos para el candidato demócrata, quien excluyó a Michigan de su gira final antes de las elecciones, lo que encendió las alarmas para el documentalista y activista demócrata Michael Moore, quien en su página de Facebook despachó:

"Nos arriesgamos a sufrir una gran tragedia. La campaña de Biden necesita realizar cambios que inspiren y atraigan a jóvenes, negros, latinos y mujeres. La base de Trump es fiel, odiosa, animada y está ansiosa por votar. ¿Dónde está la emoción por Biden? (…) La campaña de Biden acaba de anunciar los estados que visitará y no incluye Michigan. ¿Suena familiar?".

Así, Moore rememora la estrategia demócrata en 2016, en la que el partido y sus estrategas restaron importancia al 'Rust Bell', donde Trump ganó entusiasmando a sectores obreros y también debido a la abstención del voto demócrata. Casi 30 años tenían los republicanos sin ganar en Michigan hasta que llegó Trump.

Todo ello podría volver a ocurrir.

Pero también podría pasar lo contrario.

Estrategia demócrata
En medio de una ola de protestas inéditas que se multiplican, con la pandemia haciendo estragos en los sectores pobres y con Trump atizando el supremacismo, los sectores que han sido demócratas podrían volver a lanzarse a los colegios electorales para intentar parar la avalancha republicana que llegaría si el mandatario vuelve a ganar, así sea por un voto.

Está en juego el establecimiento definitivo del supremacismo blanco y con el peligroso riesgo de que los republicanos se queden con la mayoría sólida de la Corte Suprema y con ello hagan tabla rasa de las conquistas demócratas de los últimos 50 años.

Un peligro real que se va a mostrar en forma de paranoia para los demócratas, que intentarán reconquistar el voto obrero, la clase trabajadora que se ha ido acercando a Trump.

Todo ello podría provocar la reacción de sus bases y, sobre todo, de las minorías raciales, especialmente los afroamericanos, que suelen abstenerse. Por ello, Obama está teniendo un papel protagónico en la campaña y en la primera parte de esta: el candidato parece más el vicepresidente de Obama que el próximo presidente de EE.UU.

Si esto ocurre, el triunfo demócrata sería imparable. Pero es solo un escenario más.

Cualquier cosa podría pasar.

Por lo pronto, Detroit tendrá que soportar seguir siendo lo más parecido a un pueblo fantasma, ese que sueña Trump cuando piensa en Venezuela.

Ociel Alí López
Es sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido ganador del premio municipal de Literatura 2015 con su libro Dale más gasolina y del premio Clacso/Asdi para jóvenes investigadores en 2004. Colaborador en diversos medios de Europa, Estados Unidos y América Latina.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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