El ex tight end de los Patriots de Nueva Inglaterra fue hallado muerto el miércoles por la madrugada, tras ahorcarse en su celda de una prisión de máxima seguridad en Massachusetts. Hernández cumplía una sentencia de cadena perpetua por un asesinato en 2013, y acababa de ser exonerado por otros dos homicidios en 2012. Las autoridades determinaron que se suicidó.
La familia de Hernández emitió un comunicado el sábado en el que solicitan privacidad, y agradecen a la gente que ofrece condolencias.
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