Recomendaciones para mantener una espalda saludable

 (horizontal-x3)Por Camile Roldán Soto/ Elnuevodia.com Si estás sentado o de pie durante muchas horas seguidas, llevas una vida sedentaria, estás sobrepeso, realizas movimientos repetitivos  o ejerces  fuerza física como parte de tu jornada laboral, podrías estar sufriendo dolores de espalda.

Este tipo de dolencia es sumamente común. Tanto, que en Estados Unidos se estima afecta a un 80% de la población. Además,  se encuentra entre la segunda a cuarta causa de visita a médicos primarios en la nación norteamericana.
Aunque en Puerto Rico no existen estadísticas sobre el tema, médicos entrevistados coincidieron en señalar que el panorama en la Isla no es muy distinto. Gente de todas las edades puede experimentar molestias en la espalda y éstas se convierten en un  obstáculo para la calidad de vida o incluso el cumplimiento de las responsabilidades laborales. De hecho, el dolor de espalda es la causa principal de incapacidad a nivel mundial.
El doctor William Micheo, fisiatra con especialidad en medicina deportiva y manejo de dolor, indica que a menudo la condición es recurrente. Entre 20 a 30% vuelven a presentarla al cabo del primer tratamiento. ¿Por qué?
Los factores de riesgo más comunes para las dolencias en la espalda están muy ligados al estilo de vida común de muchos. Personas que pasan largos periodos   frente al escritorio, a menudo manteniendo una postura inadecuada, son buenos candidatos para ser víctimas del dolor. A este grupo se incluyen  aquellos que realizan fuerza repetida levantando objetos, doblándose  y rotando (enfermeros, carteros) y quienes  están expuestos a vibración (como los choferes de camiones).
Pero además, se sabe que estar sobrepeso, fumar,  mantener un estilo de vida sedentario, tener poca flexibilidad en el área de las caderas y las piernas también perjudica la salud de la espalda.
Prevención. Además de mantener el peso apropiado, no fumar (porque afecta la buena circulación) y  hacer ejercicio, tanto Micheo como el doctor Luis Lizardi, terapista doctorado en terapia física, recomiendan aprender a realizar los movimientos o posturas relacionados a la actividad laboral de la manera más eficiente.
Esto quiere decir que si trabajas mucho tiempo en el  escritorio debes sentarte correctamente, con la espalda derecha, las rodillas y los hombros en un ángulo de  noventa grados y los hombros relajados, para no crear estrés corporal.
Personas que están cargando cosas todo el tiempo tienen que fortalecer el torso para activar esos músculos cuando sea necesario. También hay que levantar peso lo más cerca del cuerpo y doblar las rodillas al agacharse, recomendó Lizardi.
Mantener fuertes los músculos de la espalda, aunque el trabajo no requiera cargar o levantar cosas, es muy importante para evitar dolores porque ayuda a proteger esta área,  a ejecutar correctamente los movimientos y  mantener la buena postura.
Tratamiento
Cuando se presenta el dolor de espalda, Micheo recomienda un tratamiento que incluya calor superficial, limitar el descanso en cama a menos de tres días y mantener la  actividad aeróbica de bajo impacto.
“Caminar y nadar  pueden ser actividades que se mantengan a pesar del dolor, a menos sea muy severo”, detalla para derribar el mito de que el paciente debe quedarse en la cama.
 Al respecto, la Clínica Mayo también aclara que lo recomendable es detener la actividad que incrementa el dolor, pero no evitar  las actividades regulares y el ejercicio por temor a que resulten dolorosos.
Dependiendo  del tipo de dolencia, el médico puede recomendar   antiinflamatorios o relajantes musculares por corto tiempo. Cuando la condición no mejora al cabo de  cuatro semanas con tratamiento o hay síntomas de dolor de pierna o déficit neurológico, deben realizarse estudios radiológicos y, en algunos casos, de resonancia magnética para descartar que haya discos herniados u otras condiciones, explica Micheo, catedrático y director del Departamento de Medicina Física, Rehabilitación y Salud Deportiva de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.
 En pacientes que no mejoran o no tienen síntomas de este tipo, el próximo paso puede ser la  terapia física o de  ejercicios estructurados, que incluyen alternativas para estabilizar la espalda y fortalecer el área pélvica y el torso.  “Otras modalidades de terapia con  calor o sonido se pueden usar para ayudar a mejorar el dolor y, en algunos casos, también pueden funcionar las  técnicas como manipulación espinal y acupuntura”, indica el galeno.
Lizardi, por su parte, urge a no utilizar medicamentos sin supervisión médica porque pueden tener efectos secundarios o pueden perder la capacidad de ser efectivos a causa del mal uso.
“Es muy importante consultar al médico. Además, la causa del dolor no la resuelven las pastillas. Si trabajas ocho horas en un escritorio, la pastilla te alivia pero no te corrige el problema de biomecánica. La lesión va a seguir o a empeorar. Así es que tienes que trabajar la buena postura, hacer ejercicio, mantener el torso fuerte y la flexibilidad en las extremidades y, obviamente, dormir bien”, sostuvo el médico.
El yoga como herramienta
Elizabeth Solá, quien lleva nueve años enseñando yoga en Samadhi Yoga Institute, sostiene que durante este periodo ha conocido una gran cantidad de estudiantes que llegan al centro quejándose, principalmente, de  dolor de espalda.
“La modernidad nos trae vida sedentaria. La mayor parte de la gente pasa mucho tiempo sentada o parada. Y muchos regímenes de ejercicio son movimientos repetitivos. Esas tres cosas lo que hacen es  tensar o debilitar los músculos de la espalda baja. Así es que queremos estirarlos y fortalecerlos”, explica la instructora.
 La práctica de yoga tiene opciones de movimientos sencillos que pueden  hacer personas de todas las edades y tipos de condición física, porque existen modificaciones y herramientas para facilitar la ejecución. Varios de ellos pueden integrarse en periodos de descanso durante la jornada laboral para contrarrestar el efecto de estar todo el tiempo sentado o parado,  explica Solá.  “Son movimientos  familiares a los que uno hace en la vida diaria. Lo que estamos haciendo es reprogramando la manera en la que te mueves por la vida para que estés un poco más feliz”, detalló. 
A las personas que tienen lesiones o condiciones en la espalda, Solá les recomienda comenzar en una práctica más lenta. Con el tiempo, una práctica consistente y apropiada, sirve no solamente para aliviar las dolencias existentes sino como protección para evitar su recurrencia.
“Una gran cantidad de dolores tienen que ver con falta de estabilidad, sobre todo en la espalda baja. A medida que fortaleces y estiras los músculos ganas estabilidad en la región lumbar y esto te ayuda a que el dolor te de menos, hasta que al final se va”, indica.
Recomendaciones
- Aprende a alzar objetos y a agacharte adecuadamente. Sigue estas sugerencias:
- Si un elemento es demasiado pesado o desproporcionado, consigue ayuda.
- Separa los pies para tener una base de apoyo ancha.
- Párete lo más cerca posible del objeto que estés alzando.
- Agáchate con las rodillas, no con la cintura.
- Aprieta los músculos del estómago a medida que alces el objeto o lo descargues.
- Sostén el objeto lo más cerca del cuerpo.
- Alza usando los músculos de la pierna.
- A medida que te pongas de pie con el objeto, no te inclines hacia adelante.
- Trata de mantener la espalda recta.
- No te contorsiones mientras te estés agachando para tomar el objeto, lo estés alzando o lo estés transportando.

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