Por The Associated Press WASHINGTON DC — Los miembros del equipo de transición del presidente electo Donald Trump incluyen ejecutivos de empresas financieras de Wall Street, cabilderos y consultores del establishment económico del Partido Republicano. Algunos han respaldado posiciones que chocan con las promesas que hizo Trump durante la campaña electoral.
En los últimos meses, por ejemplo, Trump renunció a la ortodoxia republicana en cuanto a la reforma del sistema de Seguridad Social.
"No vamos a afectar a las personas que han estado pagando por Seguridad Social toda su vida", declaró Trump. Dijo entonces que el gobierno debía "honrar un acuerdo" y pagarle a esa gente los beneficios prometidos.
¿Quién es el hombre que lidera el tema de Seguridad Social en el equipo de transición de Trump? Michael Korbey, un ex cabildero que ha pasado gran parte de su carrera abogando por cortar y privatizar el programa.
"Es un sistema fallido, roto y en quiebra", dijo Korbey como cabildero a mediados de la década de 1990. Reconoció entonces que algunas de las reformas respaldadas por su grupo perjudicarán a los jubilados, pero en 1996 declaró a un periódico: "nuestros electores no son solo adultos mayores".
Una década más tarde, ya como asesor principal de la Administración del Seguro Social, Korbey fue un defensor público del intento fallido del gobierno de George W. Bush para tratar de privatizar el Seguro Social.
Korbey es solo un ejemplo de discordia aparente entre la plataforma económica populista de Trump y las personas que tendrán que llevarla a cabo.
Aunque en el equipo hay algunos verdaderos recién llegados a la política de Washington —como Dan DiMicco, un ex ejecutivo de la industria siderúrgica, quien es el jefe de transición de Trump para la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos— muchos de sus miembros están familiarizados con el establishment económico republicano.
La mezcla indica una fuerte tendencia a revertir gran parte de las reformas posteriores al colapso financiero que aplicó el gobierno de Barack Obama y una postura general hacia la desregulación.
Bill Walton, una de las dos personas que supervisan el equipo de transición económica, fue director ejecutivo de Allied Capital, una firma financiera que se vendió después de que casi quebró durante la crisis financiera. También es un fideicomisario para la Heritage Foundation y un miembro sénior en otra organización conservadora, el Discovery Institute.
David Malpass, quien supervisa tanto el personal del Departamento del Tesoro como parte de la cartera de asuntos económicos más amplios, fue el principal economista de Bear Stearns en los años previos al colapso de la firma. En agosto de 2007, cuando el crecimiento económico de Estados Unidos se frenó y los mercados de deuda se estremecieron, escribió un editorial en el diario Wall Street Journal titulado "No se preocupe por el mercado de crédito".
Predijo un crecimiento económico continuo y minimizó los temores de que el crecimiento económico reciente había dependido de la burbuja inmobiliaria.
Ocho meses más tarde, Bear Stearns se desplomó, incapaz de soportar la combinación de precios inflados de la vivienda y la deuda mal plantada que Malpass desestimó. Sin embargo, Malpass aterrizó de pie, fundando una consultora llamada Encima Partners.
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