Se sometió a un baypass gástrico y en menos de un año su cuerpo había cambiado por completo. Sin embargo vio cómo su piel pende de determinadas zonas de su cuerpo. Ahora ella piensa que su anterior imagen le resultaba más atractiva.
“Siempre tienes la visión en la mente de cómo quedará tu cuerpo. Piensas que vas a tener un cuerpo precioso y no como un palo de manteca derretida”, lamenta. Ahora se ve incapaz de ponerse un bikini en la playa o de quedarse sin ropa ante su novia. A pesar de todo reconoce sentirse más positiva y con más energía. Una persona “diferente a la de antes”.
Mirá la transformación:
Fuente: http://www.ideal.es