Por The Associated Press Washington DC — Apple Inc. y el gobierno de Estados Unidos están presentando sus argumentos incluso antes de cualquier juicio, sobre la orden de un juez que obliga a la empresa tecnológica a ayudar al FBI a hackear un iPhone en un caso de terrorismo. Los argumentos legales son un enfrentamiento entre el derecho a la intimidad y la necesidad de seguridad nacional, y podrían afectar a millones de usuarios de teléfonos celulares.
Apple tiene plazo hasta el viernes próximo para protestar la decisión de un juez en California, de acuerdo con dos fuentes allegadas al caso que hablaron bajo la condición de anonimato debido a la confidencialidad de las discusiones.
No estaba claro por qué se le extendió el plazo a Apple. La agenda pública de la corte no fue actualizada para reflejar el nuevo plazo.
Mientras tanto, las campañas de relaciones públicas avanzan a todo vapor.
¿Coopera cabalmente Apple con los agentes federales que investigan el ataque del año pasado en San Bernardino, California? ¿Es esta una disputa para recuperar la información de un iPhone utilizado por el asesino, o algo más amplio que afecta los derechos de privacidad de ciudadanos que usan el producto principal de Apple? ¿Se trata de elegir entre el patriotismo y las ganancias?
El Departamento de Justicia pidió al juez que ordene a Apple la creación de un programa complejo que el FBI pueda cargar en el teléfono para sobrepasar un comando que destruye todos los datos después de 10 intentos infructuosos consecutivos de adivinar el código de ingreso. Los fiscales dijeron que Apple podría ayudar al FBI "pero se ha negado a brindar voluntariamente esa ayuda", y añadieron que Apple podría hacerlo fácilmente.
Es un aspecto crucial porque el gobierno no puede obligar a una empresa a dar ayuda si eso resulta demasiado oneroso, aunque el estado probablemente pagaría a Apple por su trabajo.
El director general de Apple, Tim Cook, negó que la compañía estuviera protegiendo la intimidad de un extremista. "El FBI nos pidió ayuda en los días siguientes al ataque y nos hemos esforzado por apoyar los esfuerzos del gobierno para resolver este crimen horrible", dijo Cook. "No sentimos simpatía por los terroristas".
Cook añadió que el pedido más reciente del FBI trascendía los anteriores: "El gobierno de Estados Unidos nos ha pedido algo que no tenemos y cuya creación nos parece demasiado peligrosa. Nos han pedido que abramos una puerta trasera al iPhone".
El término "puerta trasera", que describe un método empleado por los ciberpiratas para lograr acceso clandestinamente, afecta desde hace años la discusión sobre lo que puede hacer el gobierno para obtener información protegida o espiar comunicaciones cifradas de terroristas o criminales.
El gobierno asegura que solo quiere abrir el iPhone utilizado por Syed Farook, quien junto con su esposa mataron a 14 personas en San Bernardino. El teléfono le habíasido entregado por su empleador.