Por The Associated Press Wellington , Nueva Zelanda — Las autoridades en Fiji pidieron a la gente que se quedara a resguardo por segunda noche consecutiva el domingo, mientras las autoridades trataban de restaurar servicios y evaluar los daños de un potente ciclón que mató al menos a seis personas y destruyó cientos de hogares.
Los vientos del ciclón Winston, que golpearon el archipiélago pacífico durante el fin de semana, alcanzaron las 177 millas por hora, según el sitio web Weather Underground.
Aunque el clima mejoró hoy, las autoridades ampliaron el toque de queda hasta el lunes de madrugada y la policía tenía autoridad para hacer arrestos sin orden judicial en el interés de la seguridad pública.
En un comunicado al país emitido por televisión, el primer ministro, Voreqe Bainimarama, dijo hoy que mucha gente se había quedado sin electricidad, agua o comunicaciones.
"Los daños han sido generalizados, se han destruido hogares, muchas zonas bajas se han inundado y mucha gente se ha quedado aturdida y confundida sobre qué hacer", dijo.
El gobierno ha desplegado a la policía y el ejército para ayudar con las operaciones de rescate y limpieza, y las agencias del gobierno trabajan en hora extra para despejar carreteras y restaurar la electricidad, señaló.
"Este es un momento de pesar, pero también será un momento de acción", dijo Bainimarama. "Nos alzaremos unidos ante este desastre".
Dos personas murieron en la isla de Ovalau cuando la casa donde se refugiaban se derrumbó sobre ellos, indicó George Dregaso, de la Oficina Nacional de Gestión de Desastres. Otra persona murió en la isla de Koro, aunque las circunstancias no estaban claras.
El huracán mató a tres personas en la isla principal de Viti Levu, dijeron las autoridades, sin dar más detalles.
Todos los turistas en Fiji estaban a salvo y no se registraron daños significativos en la mayoría de los hoteles de la isla principal, indicó el ministro de Turismo Faiyaz Siddiq Koya. Fiji es un popular destino de vacaciones conocido por sus playas y el buceo.
Las autoridades intentaban restablecer las comunicaciones y el acceso terrestre hacia las zonas más afectadas por el temporal, por lo que tardaría en conocerse la magnitud de los daños y el número de heridos.
El ciclón Winston pegó en Fiji el sábado y se movió hacia el oeste durante la noche a lo largo de la costa norte de Viti Levu. La capital de Fiji, Suva, en la parte sur de la isla, no estaba en la ruta directa del ciclón y se salvó de la mayor intensidad destructiva del temporal.
"La verdad sea dicha, lo sentimos muy ligeramente aquí en la capital", dijo Alice Clements, una vocera de la agencia UNICEF que vive en Suva. "De todas formas fue una noche horrible. Se podía escuchar el crujir de árboles y postes de electricidad, y el sonido de los remaches cuando techos eran levantados y desgarrados".
Comentó que había follaje por todos lados, que parecía haber pasadopor una licuadora.
En torno al 80% de los 900,000 habitantes se quedaron sin electricidad, aunque más o menos una tercera parte tenía electricidad disponible con generadores, apuntó el vocero de la agencia de gestión de emergencias.
Las líneas terrestres de teléfono quedaron fuera de servicio, aunque sí funcionaban la mayoría de las redes móviles.
Según Dregaso, 483 personas fueron desalojadas de sus viviendas y permanecían en 32 albergues de emergencia. Se esperaba que la cifra de evacuados aumentara.
Las autoridades instaban a la gente a permanecer bajo techo mientras retiraban árboles y cables caídos de energía eléctrica. Indicaron que todas las escuelas estarían cerradas durante una semana para realizar la limpieza y tres universidades permanecerían cerradas hasta nuevo aviso.
El gobierno declaró el estado de desastre natural durante 30 días, lo que confiere facultades adicionales a la policía para hacer arrestos sin orden judicial en el interés de la seguridad pública. El toque de queda terminaría a las 5:30 a.m. del lunes, indicó el gobierno.
"El toque de queda se ha impuesto para proteger vidas y proteger propiedades", dijo en su comunicado el primer ministro.
Clements dijo que existía una preocupación por la situación de la gente en la parte norte de la isla principal y en islas más pequeñas. Mucha gente habrá perdido su casa y su medio de veda, y algunos complejos turísticos en las islas exteriores podrían haber sufrido daños.
El aeropuerto reabrió el domingo para permitir vuelos de emergencia, señaló Dregaso, debido a que muchos fueron cancelados el día anterior.