Recalentar los alimentos se ha convertido en una forma de vida. Al menos para los trabajadores de oficina que se preparan un lunch saludable como almuerzo, hasta los estudiantes que llegan tarde a su casa y optan por alguna opción inteligente y rápida.
Sin embargo, no todos los alimentos responden de la misma forma -ya sea por cómo reaccionan a las bacterias mientras que se almacenan, o debido a las proteínas que se descomponen durante la cocción-.
Si bien hay una gran cantidad de historias alrededor, los siguientes cinco alimentos están acreditados por la Food Standards Agency y la European Food Information Council -la Agencia de Seguridad Alimentaria y el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación- como peligrosas para este fin.
Pollo
El pollo y otras aves de corral tienen una cierta cantidad de contaminación por salmonella, al igual que los huevos.
Esto puede ser un problema al recalentarlos en un horno microondas en particular, ya que no penetra por igual en todas las áreas de un alimento. Esto significa que algunas partes de los alimentos se cocinan más rápido que otros.
Es importante sobre todo que la carne del pollo se de vuelta con frecuencia para asegurar que se caliente por dentro y por fuera.
En líneas generales, recalentar el pollo no es lo más recomendable, ya que tiene una mayor densidad de proteínas que la carne roja y cuando se recalienta, las proteínas se descomponen de manera diferente y pueden alterar el estómago.
Arroz
La forma en la que se guarda el arroz cocido es tanto o más importante a cómo se recalienta de acuerdo con la Food Standards Agency.
Si el arroz se deja reposar a temperatura ambiente, las esporas se multiplican y pueden producir toxinas que causan vómitos o diarrea - y al recalentar el arroz, no se liberará de estos venenos-.
Papas
El problema con las papas recalentadas no es el recalentamiento en sí, sino también la forma en la que se almacenan después de la cocción.
Si se dejan enfriar a temperatura ambiente (sin refrigeración), las condiciones pueden ser las adecuadas para el crecimiento de Clostridium botulinum (botulismo), sobre todo si se encuentran selladas en una película para que el oxígeno se mantenga fuera de la papa.
Se sugiere refrigerar las papas una vez cocidas.
Hongos
Los hongos tienen proteínas que pueden ser fácilmente destruidos por enzimas y microorganismos, de acuerdo con el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación.
Si no se almacenan adecuadamente, pueden deteriorarse rápidamente y causar un malestar estomacal después del recalentamiento.
Sin embargo, dice que el consejo: "Si se almacenan en un refrigerador y por no más de 24 horas, no hay problema para recalentarlos de nuevo a la temperatura recomendada de 70 C."
Espinacas y otras verduras de hoja
Espinacas y otras verduras de hoja pueden contener altas concentraciones de nitrato, dependiendo del lugar donde se cultive la verdura.
El nitrato en sí es totalmente inofensivo, pero puede convertirse en nitritos y luego a las nitrosaminas - algunos de los cuales se sabe que son cancerígenos, de acuerdo con el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación.
Estos pueden afectar la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y en los niños pequeños puede causar una condición conocida como "síndrome del bebé azul".
Por ello, el Consejo recomienda evitar el recalentamiento de la espinaca.
Fuente: http://www.infobae.com