Es común pensar que los precios de las hamburguesas en las cadenas de comida rápida son una ganga. Y sí lo es, pero hay una razón para esto: la composición de la carne de que están hechas las hamburguesas no es verdadera carne. Un reciente estudio publicado en Annals of Diagnostic Pathology se dedicó a investigar composición típica de una hamburguesa comercial. El propósito de este estudio fue evaluar el contenido de ocho marcas de comida rápida utilizando métodos de histología.
Encontraron que la cantidad de agua en la composición abarcaba del 37% al 62%; el contenido de carne iba de 2.1% al 14.8%; El costo por gramo de hamburguesa, por lo tanto, sería de $0.2 dólares mínimo y de $0.16 como máximo.
Los estudios bajo el microscopio también revelaron músculo esquelético, tejido conectivo, vasos sanguíneos, nervio periférico, tejido adiposo, material vegetal, cartílago y hueso. Esto es: las hamburguesas de comida rápida están compuestas de muy poca carne. Aproximadamente la mitad de su peso está formado por agua, y tipos inesperados de tejidos, incluyendo el hueso y el cartílago, conforman otra gran parte de la “carne”.
Con información de: Agencias | Ecoosfera