En el 2013, el Parlamento en Portugal aprobó una ley que permitió a parejas homosexuales casadas adoptar los hijos de sus compañeros, pero rechazó una propuesta que habría dado a esas parejas los mismos derechos de adopción que las parejas heterosexuales.
En una reversión de una ley aprobada por el saliente gobierno de centro-derecha, el Parlamento eliminó además cobros en hospitales a abortos voluntarios hasta la décima semana de embarazo y la obligatoriedad de buscar asesoría psicológica antes de que se realice el aborto.
El presidente del Parlamento anunció la aprobación de las leyes, aunque los detalles de la votación no fueron revelados de inmediato.