¿Estás a dieta, pero simplemente no bajas? Los malos hábitos y una vida sedentaria han ocasionado que la obesidad y sobrepeso se esté convirtiendo no sólo en un problema estético sino de salud. Sin embargo, ¿qué hacer cuando todo parece fallar? 44% de los casos mundiales de diabetes, 23% de cardiopatía isquémica y el 7–41% de determinados cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad”, señala la Organización Mundial de la Salud.
Existen factores que van más allá de una dieta y ejercicio, y que influye en la pérdida o aumento de peso. Aquí te damos tres de ellas.
1. Grasa localizada. De acuerdo a una investigación de la Universidad de Yale, afirma que las mujeres que almacenan grasa en el abdomen tienen mayor nivel de estrés y ansiedad en comparación con aquellas que almacenan la grasa en las caderas. Cuando nos estresamos, liberamos una hormona llamada 'cortisol', que hace que guardemos grasa en caso de sufrir hambre en periodos largos.
2. Una relación feliz. Andrea L. Meltzer de Southern Methodist University de Dallas, a través de un estudio afirma que, los miembros de un matrimonio estable y feliz tiende a subir de peso porque no se preocupan tanto por lo estético, porque saben que le gustan a su pareja no solo por el exterior; por lo tanto, no se controlan tanto a la hora de comer, mientras que los que son divorciados o saben que su relación va a pique, se preocupan más por verse bien para volver a encontrar el amor.
3. Deshidratación. Los síntomas de este padecimiento (somnolencia, falta de energía) imitan a los de tener demasiado hambre, lo que puede llevarte a pensar que necesitas alimentos para aumentar tu nivel de energía, así lo afirma una investigación de Woman´s Day, Lona Sandon.
Bajar de peso es un proceso que requiere de tiempo, pero sobre todo integral: físico y emocional. Recuerda que tu bienestar está en tus manos.
Con información de: Agencias | Salud 180