La disfunción eréctil, más conocida como impotencia sexual, afecta en España a más de 2 millones de hombres. Pero, a pesar de que se han realizado diversos estudios sobre su relación con el consumo de material pornográfico, lo cierto es que las conclusiones difieren.
Una investigación publicada en 2013 en la revista The Journal of Sexual Medicine y llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) afirmaba haber encontrado una relación causa-efecto entre el consumo de contenidos sexualmente explícitos y los futuros comportamientos sexuales de los jóvenes, como un factor más de las posibles causas de la disfunción sexual.
El estudio más reciente, publicado también en la revista The Journal of Sexual Medicine y llevado a cabo por el Departamento de Sociología de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Zagreb (Croacia) plantea que no existe relación alguna entre el consumo de pornografía y los posibles futuros problemas de erección.
Y es que muchos expertos están de acuerdo en que el abuso de sustancias estupefacientes, llevar un estilo de vida poco saludable, la depresión, el estrés o la desinformación son los factores clave que conducen a la mayoría de disfunciones sexuales masculinas.
Sin embargo, otros estudios sí han planteado que el uso exclusivo y obsesivo de pornografía puede provocar problemas a la hora de, por ejemplo, controlar la eyaculación, el temible “gatillazo” o miedo a fallar, según resalta José Bustamante, vicepresidente de la Asociación de Especialistas en Sexología en su libro “¿En qué piensan los hombres?”.
Lo cierto es que la pornografía no ayuda a la hora de aprender y aceptar una sexualidad normalizada; sobre cómo son las relaciones sexuales naturales y no ficticias y que en ningún caso hay que asociar con un balance de conocimientos como si de un examen se tratara. Visto en: Muyinteresante.es