Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de Países Bajos y Estados Unidos, han concluido que además reduce los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista European Journal of Preventive Cardiology.
Para llegar a esta conclusión, los científficos realizaron una revisión sistemática de un total de 37 ensayos controlados aleatorios a 2.768 personas. El objetivo era proporcionar una estimación realista de la eficacia del yoga comparada con ejercicios tradiconales como caminar a paso rápido o montar en bicicleta, como con la no práctica de actividad física. Los resultados demostraron que los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular mejoraron más en las personas que practicaban yoga que las que no practicaban ningún ejercicio. Además, la reducción de los factores de riesgo fue exactamente la misma en el yoga que con las actividades físicas tradicionales o ejercicio aeróbico.
Entre estos factores de riesgo que se vieron reducidos con el yoga se encontraban: el índice de masa corporal (que se redujo en 0,77 kg/m2), en la lipoproteína de alta densidad o colesterol bueno (que aumentó en 3,20 mg/dl), en la lipoproteína de baja densidad o colesterol malo (que se redujo en 12,14 mg/dl) o la presión arterial sistólica (que bakó a 21 mm Hg). También hubo una reducción generalizada de peso: de media 2,32 kgs menos.
“Este hallazgo es significativo para personas que no pueden o prefieren no realizar ejercicio aeróbico tradicional o incluso aquellos con condiciones cardiacas preexistentes, los ancianos o aquellos con dolor musculoesquelético o en las articulaciones, porque aún podrían lograr beneficios similares en la reducción del riesgo”, subrayan los autores del estudio.
