Brinda ayuda a quien sufre en carne propia el maltrato conyugal
Por Liz Sandra Santiago/gfrmedia.com
La violencia de género es un problema que va más allá del maltrato físico, pues este tipo de situación dentro del hogar puede dejar una huella emocional que resulta muy difícil curar. “El maltrato psicológico y emocional duele, a tal nivel que sus heridas pueden durar años o nunca cicatrizar, ya que queda plasmado en la memoria”, señala la psicóloga clínica Jennifer Fuentes Pérez.
Si te encuentras cerca de una persona que sospechas que está siendo maltratada emocionalmente, debes estar alerta a ciertas señales. Por ejemplo, acostumbra a limitarse a sí misma en su potencial de crecimiento, tanto social, laboral y profesional, menciona Fuentes Pérez.
También muestra temor hacia la reacción que su pareja pueda tener a determinada situación que salga de la rutina de la pareja, le pide permiso a la otra persona para salir; es incapaz de realizar actividades de forma improvisada; y da la percepción de no poder hacer nada sola. Además, usualmente luce triste aislada y rechaza el contacto social.
Si te consta que está siendo maltratada emocionalmente, lo indicado es motivarla a buscar ayuda profesional, ya sea con un psicólogo, consejero, trabajador social, sugiere Fuentes Pérez. hay diversos centros de orientación, algunos de ellos libre de costo.
Debes hacerle saber que ese tipo de situación no es normal ni saludable, que no hay nada que justifique los malos tratos y que con ayuda puede mejorar su situación.
“Primeramente es importante no juzgarla ni tomar de forma personal el que a la víctima no se le haga fácil buscar ayuda, hay que recordar que parte de las consecuencias del maltrato es sentirse incapaz de solucionar su situación porque el agresor o la agresora le ha lacerado seriamente su autoestima”, explica Fuentes Pérez, con práctica privada en Servicios Psicológicos Laguna Gardens en Carolina.
El maltrato emocional también tiene un impacto severo en la familia. “Dentro del núcleo familiar trastoca el sano desarrollo social, promueve conductas erróneas en los niños dependiendo con quien se identifiquen, lo cual puede observarse en conductas de sumisión (tolerancia a tratos inadecuados) o ejemplos negativos de cómo tratar a una pareja (reproducir el maltrato)”, añade Fuentes Pérez.
En el caso que la situación envuelva a menores, es necesario buscar ayuda para ellos también, recomienda Rosado. La experta indica que es la única forma en que las heridas provocadas por el maltrato psicológico pueden sanar.
En ocasiones, tanto para la víctima como para el victimario y la familia se necesita terapia multidisciplinaria que incluya los servicios de psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y consejeros para poder subsanar la situación, no importa si al final, la pareja decide seguir junta o llevar caminos separados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario