Principios de un matrimonio feliz

La comunicación clara y constante es clave 
Por Camile Roldán Soto / gfrmedia.com

El libro está dirigido a parejas en crisis y a aquellos que desean prevenirla. (Archivo)
Un hombre enfrenta una crisis en su matrimonio y en su búsqueda de alternativas para salir de la misma acude a un viejo sabio que  le pide 5 días para darle una respuesta.
Lo que el sabio comparte con el hombre no es una solución automática a su situación sino un conjunto de principios que si pone en práctica de manera consistente evitarán su separación.
Esta es la trama de 5 días para un matrimonio feliz, escrito por el conferenciante y pastor evangélico,  José Luis Navajo.  
El autor lo escribió tras examinar sus experiencias acerca de las relaciones desde diferentes facetas: de esposo (lleva 31 años casado), consejero y pastor en el Seminario Bíblico de Fe en España.
“Hay mucho en el libro de lo que veo en mi práctica con familias, como interventor”, comenta Navajo, también autor de Cartas desde el corazón y  Mi mayor legado, entre otros libros. 
De ese contacto constante con parejas, concluye que un factor común entre muchas es que sus miembros definen el amor partiendo de emociones pasajeras, es decir, de ese cosquilleo que recorre el cuerpo de los enamorados en las primeras etapas de la relación.
Pero el tiempo pasa, las  emociones se calman, y los retos de la convivencia ponen a prueba otros aspectos de la vida en pareja. Frente a esos desafíos, Navajo invita a reformular la definición del amor.
“El enamoramiento es una sensación que dura seis meses, pero el amor es una decisión, un verbo que define una acción”, indica.
En su libro, que está dirigido a parejas en crisis pero también a aquellos que desean prevenirla, Navajo también aborda los temas de la comunicación y la relación familiar. Entiende que ambos aspectos están estrechamente vinculadas a la solidez de la pareja.  
A continuación algunos de los principios de la comunicación que el autor considera fundamentales para la estabilidad de la relación:
•La información puede venir codificada en una clave emocional. El emisor tiene sensaciones y sentimientos que impregnan el mensaje. Saber qué siente o cómo se siente quien habla con nosotros nos ayudará a ser mejores receptores.
•Lo que decimos representa solo el veinte por ciento de lo que comunicamos. Hay un ochenta por ciento de información que transmitimos sin palabras. Poderosos mensajes que no se transmiten con el cauce de la voz.
•El hombre articula un promedio de 7,000 palabras al día, mientras que la mujer pronuncia 20,000 en el mismo período de tiempo. Conocer, comprender y respetar esta diferencia evita conflictos y apacigua posibles hostilidades, evitando que se conviertan en guerras.

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