Sin embargo, para que eso suceda, el famoso actor, protagonista de reconocidas películas, como Terminator, debe conseguir que se cambie la legislación de la Constitución norteamericana, que prohíbe ser presidente a aquellos que no nacieron en suelo estadounidense.
Por eso, en caso de seguir con su idea de aspirar a la Casa Blanca, Schwarzenegger, quien adquirió la ciudadanía en 1983, necesitaría la aprobación de las dos terceras partes de la mayoría en el Congreso y el Senado, y luego la ratificación de las tres cuartas partes de los legisladores estatales, para poder sancionar la legislación que precisa.
No obstante, el actor tendrá una segunda barrera, que será volver a acaparar la confianza de los ciudadanos norteamericanos. Es que el final de su gestión en el estado californiano se vio opacado por una floja administración y, al mismo tiempo, escándalos familiares que repercutieron negativamente en su imagen.
El ex gobernador viene de superar una fuerte crisis familiar. Luego de 25 años de matrimonio con su mujer de toda la vida, María Shriver, el actor esclareció su relación paralela con la asistente de la familia, Mildred Baena, con quien admitió haber tenido un hijo.
De esta manera, si el actor logra su cometido, algo por demás difícil que suceda, podría dirimir la candidatura con Hillary Clinton, la figura de mayor peso y que mejor se perfila para llegar a la presidencia.
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