Miami.- Julio Iglesias saca mañana al mercado un disco recopilatorio de sus éxitos más románticos en 45 años de carrera, en la que asegura haber “viajado la vida, haber cantado con todos y haber aprendido de todos”.
“Yo la vida la he viajado”, sentencia un artista sereno, que asegura haber “cantado” las preocupaciones humanas -”no me preocupa si las he cantado bien o mal; las he entendido y las he cantado”- al tiempo que “la parte negativa de mi vida, las críticas, las intrigas, las he superado”.
Así resumió su carrera este artista de 69 años, que se encuentra entre los diez que más han vendido en la historia, en una entrevista con Efe concedida el pasado febrero en Miami, “el lugar -afirma- más atractivo para vivir de toda América” porque “aún es un oasis”, con vistas al estreno mañana de su primer disco desde 2006.
“Vivo feliz aquí”, dijo el artista antes de viajar a Asia, donde está ahora, inmerso ya en una gira para promocionar “1- Greatest Hits”, que sale al mercado con versiones recién grabadas por quien acaba de ganar el récord Guiness al “artista latino que más discos ha vendido en el mundo”.
El disco doble lleva 37 temas en español, inglés, francés, italiano y portugués, incluidos dúos con figuras como Willie Nelson, Sting, Diana Ross, Frank Sinatra, Dolly Parton, Stevie Wonder y Art Garfunkel, entre otros. La versión de lujo incluye dos DVD sobre su histórico concierto en el Greek Theatre de Los Ángeles en 1990.
“Cantar con alguien es algo ocasional y emocional, pero anecdótico, lo importante es cantar con uno mismo. Cuando juntas la voz con un artista como Sinatra o Plácido te quedas fascinado, es una ocasión para aprender. Yo he aprendido siempre de los que juegan mejor que yo”, explica una persona que asegura no estar nunca cansado.
“Me duelen los brazos, las piernas, sí”, reconoce, “pero no me gusta dormirme, me gusta despertarme, estoy al acecho de todo, vivo profundamente cualquier circunstancia que afecta a la vida diaria”. En definitiva, “pienso en lo que piensan las gentes de 70 años que creen que tienen aún muchas cosas por hacer: ÑQue me falta tiempo!”.
En ese sentido, el reconocido cantante está siempre pensando en “cómo ganar tiempo al tiempo”, en enseñar a los que vienen detrás y, añade, “en lo mismo que piensan todos aquellos que presumen, como yo, de haber viajado la vida”.
Para ello, el cantante de “Hey”, “Por el amor de una mujer”, “Me va, me va”, “Un canto a Galicia”, “El día que me quieras”, “As time goes by”, “Nathalie”, “Bamboleo”, “Quelque chose de France”, “Gegin the Beguine”, “Crazy”, “And I love her” o “Always on my mind” -todos en el nuevo disco- ve vital la información, “sin ella no podría vivir, pero me gusta más tenerla de la gente que de los libros”.
“He leído muchísimo, pero ya no tengo tanto interés. Prefiero conocer a las gentes. Así entiendo las cosas más profundamente”, dice reflexivo. “No soy un intelectual ni un humanista, pero mi inteligencia distingue entre los que escriben porque han leído y los que escriben porque han vivido”.
“Nunca podré presumir de saber más que nadie, pero he estado en la mesa de los pobres, los ricos, los principales, los tontos, los miserables… y he aprendido de ellos”, afirma Julio Iglesias, que tiene en “aprender” uno de sus grandes hobbies. “Cuando aprendemos, la gente nos deja volver, aunque sólo sea para quererles”.
A nivel familiar, “el mayor problema que tengo ahora es que a mis hijos les gustan los edificios”, dice divertido. “Han crecido con árboles y con agua, que es un privilegio, pero ahora les atrae más ver ciudades, gente. Antes eran pescadores y ahora son transeúntes”.
“Y a mí ahora me pasa lo contrario: me gusta más ser pescador”, comenta el artista, que confiesa que le encanta bañarse en agua salada -”Es un baño de espíritu”- y, aunque hizo del moreno toda una seña de identidad, “ahora ya me hace daño”, lo mismo que “el marisco, porque tengo colesterol alto”.
También confiesa entre risas que no usa internet: “Me he librado del ordenador, sería lo último de mi vida, sería un hombre ordeñado. No sé abrir internet. Sé que cuesta diez minutos, pero no quiero aprender eso. No estoy en esa onda”.
La clave que le permite mantenerse en los escenarios es no levantarse por la mañana con prisas: “Me alegra muchísimo despertarme, abrir los ojos y ver que es de día, ver la luz natural”, asegura.
“Me despierto libre e independiente, dos grandes privilegios, porque la independencia es la amiga más grande que tiene la libertad”, dice el cantante, que se define como disciplinado y responsable y para el que “cantar, cantamos todos, pero emocionar y apasionar ya es más difícil”. Visto en: Soylatino.net
Así resumió su carrera este artista de 69 años, que se encuentra entre los diez que más han vendido en la historia, en una entrevista con Efe concedida el pasado febrero en Miami, “el lugar -afirma- más atractivo para vivir de toda América” porque “aún es un oasis”, con vistas al estreno mañana de su primer disco desde 2006.
“Vivo feliz aquí”, dijo el artista antes de viajar a Asia, donde está ahora, inmerso ya en una gira para promocionar “1- Greatest Hits”, que sale al mercado con versiones recién grabadas por quien acaba de ganar el récord Guiness al “artista latino que más discos ha vendido en el mundo”.
El disco doble lleva 37 temas en español, inglés, francés, italiano y portugués, incluidos dúos con figuras como Willie Nelson, Sting, Diana Ross, Frank Sinatra, Dolly Parton, Stevie Wonder y Art Garfunkel, entre otros. La versión de lujo incluye dos DVD sobre su histórico concierto en el Greek Theatre de Los Ángeles en 1990.
“Cantar con alguien es algo ocasional y emocional, pero anecdótico, lo importante es cantar con uno mismo. Cuando juntas la voz con un artista como Sinatra o Plácido te quedas fascinado, es una ocasión para aprender. Yo he aprendido siempre de los que juegan mejor que yo”, explica una persona que asegura no estar nunca cansado.
“Me duelen los brazos, las piernas, sí”, reconoce, “pero no me gusta dormirme, me gusta despertarme, estoy al acecho de todo, vivo profundamente cualquier circunstancia que afecta a la vida diaria”. En definitiva, “pienso en lo que piensan las gentes de 70 años que creen que tienen aún muchas cosas por hacer: ÑQue me falta tiempo!”.
En ese sentido, el reconocido cantante está siempre pensando en “cómo ganar tiempo al tiempo”, en enseñar a los que vienen detrás y, añade, “en lo mismo que piensan todos aquellos que presumen, como yo, de haber viajado la vida”.
Para ello, el cantante de “Hey”, “Por el amor de una mujer”, “Me va, me va”, “Un canto a Galicia”, “El día que me quieras”, “As time goes by”, “Nathalie”, “Bamboleo”, “Quelque chose de France”, “Gegin the Beguine”, “Crazy”, “And I love her” o “Always on my mind” -todos en el nuevo disco- ve vital la información, “sin ella no podría vivir, pero me gusta más tenerla de la gente que de los libros”.
“He leído muchísimo, pero ya no tengo tanto interés. Prefiero conocer a las gentes. Así entiendo las cosas más profundamente”, dice reflexivo. “No soy un intelectual ni un humanista, pero mi inteligencia distingue entre los que escriben porque han leído y los que escriben porque han vivido”.
“Nunca podré presumir de saber más que nadie, pero he estado en la mesa de los pobres, los ricos, los principales, los tontos, los miserables… y he aprendido de ellos”, afirma Julio Iglesias, que tiene en “aprender” uno de sus grandes hobbies. “Cuando aprendemos, la gente nos deja volver, aunque sólo sea para quererles”.
A nivel familiar, “el mayor problema que tengo ahora es que a mis hijos les gustan los edificios”, dice divertido. “Han crecido con árboles y con agua, que es un privilegio, pero ahora les atrae más ver ciudades, gente. Antes eran pescadores y ahora son transeúntes”.
“Y a mí ahora me pasa lo contrario: me gusta más ser pescador”, comenta el artista, que confiesa que le encanta bañarse en agua salada -”Es un baño de espíritu”- y, aunque hizo del moreno toda una seña de identidad, “ahora ya me hace daño”, lo mismo que “el marisco, porque tengo colesterol alto”.
También confiesa entre risas que no usa internet: “Me he librado del ordenador, sería lo último de mi vida, sería un hombre ordeñado. No sé abrir internet. Sé que cuesta diez minutos, pero no quiero aprender eso. No estoy en esa onda”.
La clave que le permite mantenerse en los escenarios es no levantarse por la mañana con prisas: “Me alegra muchísimo despertarme, abrir los ojos y ver que es de día, ver la luz natural”, asegura.
“Me despierto libre e independiente, dos grandes privilegios, porque la independencia es la amiga más grande que tiene la libertad”, dice el cantante, que se define como disciplinado y responsable y para el que “cantar, cantamos todos, pero emocionar y apasionar ya es más difícil”. Visto en: Soylatino.net
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