El Caribe/ Martín Polanco
El vehículo cargado de vacas chocó con otro y provocó un largo taponamiento. (Edward Roustand)
Agentes del J-2 que escoltaban ayer varios camiones de la minera Barrick Gold en la carretera Maimón-Cotuí le entraron a tiros a un camión cargado de vacas.
El incidente se produjo cuando, alegadamente, Aneido Acevedo, el conductor que transportaba el ganado (14 vacas en total) recibió la orden de detenerse a la derecha por parte de los agentes y antes de acatar la orden su vehículo recibió cuatro impactos de bala en los neumáticos. Una persona que presenció el incidente, dijo al elCaribe, bajo reserva de su nombre, que Acevedo intentó rebasar a los camiones de la minera y eso molestó a las escoltas.
“Las autoridades me mandaron a parar, yo me estoy parando a la derecha ahí, pero antes de hacerlo ya tenía cuatro tiros en las gomas. Ellos dicen que los camiones que van para la Barrick no tienen frontera en este país y que bajo ningún concepto se puede hacer algo que haga que esos vehículos se detengan. Por eso ellos prefirieron entrarme a tiros”, dijo Acevedo, todavía nervioso por el suceso.
El camión cargado de vacas, una vez tiroteado, impactó a otro vehículo y ambos quedaron en medio de la vía, cerrando el paso de Maimón hacia Cotuí y viceversa.
Luego del choque se pensó que los agentes del J-2, que portaban armas largas y mantenían cara de enojo, y otros ganaderos que llegaron armados al lugar se entrarían a tiros, pero no ocurrió así.
El incidente fue manejado con torpeza por un mayor de la Policía que acudió al lugar, en medio de las quejas y la espera de los conductores que quedaron a expensas de que el conflicto se resolviera.
Acevedo dijo que el ganado era transportado a una finca denominada La Ozama. “Nosotros no tenemos que hablar con nadie, quién es usted”, respondió uno de los hombres del J-2 cuando un equipo de elCaribe que llegó al lugar e intentó obtener alguna explicación sobre lo ocurrido con el camión.
Neumáticos y sangre en el lugar de los hechos
“Por aquí no pasará nada de la Barrick hoy”, decía una persona vinculada a la carga que transportaba el chofer agredido. Una de las vacas transportadas en el camión recibió un golpe con el impacto de los dos vehículos y sangraba sin parar. La amenaza del hombre se materializó por unas horas. En la carretera fueron incendiados varios neumáticos y se formó un gran tapón.
El incidente se produjo cuando, alegadamente, Aneido Acevedo, el conductor que transportaba el ganado (14 vacas en total) recibió la orden de detenerse a la derecha por parte de los agentes y antes de acatar la orden su vehículo recibió cuatro impactos de bala en los neumáticos. Una persona que presenció el incidente, dijo al elCaribe, bajo reserva de su nombre, que Acevedo intentó rebasar a los camiones de la minera y eso molestó a las escoltas.
“Las autoridades me mandaron a parar, yo me estoy parando a la derecha ahí, pero antes de hacerlo ya tenía cuatro tiros en las gomas. Ellos dicen que los camiones que van para la Barrick no tienen frontera en este país y que bajo ningún concepto se puede hacer algo que haga que esos vehículos se detengan. Por eso ellos prefirieron entrarme a tiros”, dijo Acevedo, todavía nervioso por el suceso.
El camión cargado de vacas, una vez tiroteado, impactó a otro vehículo y ambos quedaron en medio de la vía, cerrando el paso de Maimón hacia Cotuí y viceversa.
Luego del choque se pensó que los agentes del J-2, que portaban armas largas y mantenían cara de enojo, y otros ganaderos que llegaron armados al lugar se entrarían a tiros, pero no ocurrió así.
El incidente fue manejado con torpeza por un mayor de la Policía que acudió al lugar, en medio de las quejas y la espera de los conductores que quedaron a expensas de que el conflicto se resolviera.
Acevedo dijo que el ganado era transportado a una finca denominada La Ozama. “Nosotros no tenemos que hablar con nadie, quién es usted”, respondió uno de los hombres del J-2 cuando un equipo de elCaribe que llegó al lugar e intentó obtener alguna explicación sobre lo ocurrido con el camión.
Neumáticos y sangre en el lugar de los hechos
“Por aquí no pasará nada de la Barrick hoy”, decía una persona vinculada a la carga que transportaba el chofer agredido. Una de las vacas transportadas en el camión recibió un golpe con el impacto de los dos vehículos y sangraba sin parar. La amenaza del hombre se materializó por unas horas. En la carretera fueron incendiados varios neumáticos y se formó un gran tapón.
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