Por Francisca Vargas V. / El Mercurio/ GDA Chile
Las mujeres tenemos que salir del romanticismo de la vida amorosa, para enfrentar lo que la realidad nos revela: la infidelidad como parte del comportamiento sexual de las personas, responde la psicóloga y profesora universitaria Mariana Fagalde.
Suena crudo y alarmante, pero las cifras demuestran que el VIH-SIDA ha aumentado considerablemente en la población femenina en los últimos años. Se dice que si antes había una mujer infectada por cada 12 hombres, hoy esa cifra es de una por cada cinco varones.
Más allá de la fidelidad
Según describe la doctora Patricia Vásquez, muchas mujeres adquieren el virus de una pareja estable y que algunas, solo se enteran cuando se realizan el examen durante las pruebas que regularmente se hacen durante el embarazo, cuando su pareja se enferma o, incluso, cuando ellos fallecen.
Y la realidad es que por tradición una pareja estable se asocia a compromiso, estabilidad, seguridad y sobre todo, fidelidad. Entonces, jamás pasa por la mente ser portadora o desarrollar el VIH ni menos que sea necesario hacerse el examen.
De ahí, la propuesta de la psicóloga de incitar a las mujeres a sacarse la venda de los ojos y tomarse esta enfermedad como un tema de salud que sobrepasa la confianza y el pacto de fidelidad con el cónyuge.
Aceptar las realidades
“Los seres humanos tenemos que ser capaces de enfrentar la vida en forma honesta y aceptar que la sexualidad no se puede manejar desde la moral, las buenas costumbres o la religión”, dice Mariana Fagalde.
Porque un momento de pasión desenfrenada y sexo sin protección es suficiente para que la vida cambie y esto sucede todos los días, independiente del estado civil, género, orientación sexual y clase social. Cualquiera, que decida aventurarse en una situación erótica sin protección cae en el grupo de riesgo de contagio, lo quiera o no.
Vásquez revela cifras que muestran que a nivel mundial, más del 50% de los casos corresponden a mujeres.
“Lamentablemente, hemos visto que la mayoría de ellas se contagian de su pareja estable”, afirma.
La experta grega que las mujeres son un grupo de gran vulnerabilidad porque no pasa por ellas la decisión de usar preservativo y además, están expuestas a violencia intrafamiliar.
“Tenemos que empoderar y educar a las mujeres, que conozcan y hagan respetar sus derechos, demanden, se protejan y dejen de estar amarradas por el tema económico”, anima.
En ese sentido, menciona el uso del condón femenino desechable como una herramienta, que ayuda en la prevención cuando las mujeres están expuestas a estas situaciones adversas.
Cómo plantear la prueba
Si bien el Sida no tiene cura existen tratamientos que pueden ser efectivos para que el virus no se manifieste. Es decir, la terapia retroviral será más efectiva cuando antes se inicie. Ese, es el principal argumento para decidirse a plantear el examen en las parejas estables que llevan más de 10 años juntos, pero también en las que recién comienzan a salir.
“Lo que sucede es que muchos de los infectados son portadores y ni siquiera lo saben. Tu pareja puede haberlo adquirido antes y entrar en una relación contigo con el VIH. Por tanto, no siempre es un tema de infidelidad”, advierte Patricia Vásquez.
En ese sentido, la psicóloga de la Universidad del Pacífico, llama a no poner el tema de la confianza o la desconfianza en la pareja porque hacerlo de esa forma, ella lo ve como una trampa que no permite enfrentar la realidad.
“Si la indicación de los organismos que velan por la salud pública dicen que es importante hacerse el examen del VIH no se debe someter a criterios ideológicos, políticos, religiosos, morales ni románticos”, subraya.
En ese sentido, Mariana Fagalde afirma que los valores y principios morales, políticos no controlan el VIH, por tanto, llama a no mezclar un tema de salud con una historia de amor.
Suena crudo y alarmante, pero las cifras demuestran que el VIH-SIDA ha aumentado considerablemente en la población femenina en los últimos años. Se dice que si antes había una mujer infectada por cada 12 hombres, hoy esa cifra es de una por cada cinco varones.
Más allá de la fidelidad
Según describe la doctora Patricia Vásquez, muchas mujeres adquieren el virus de una pareja estable y que algunas, solo se enteran cuando se realizan el examen durante las pruebas que regularmente se hacen durante el embarazo, cuando su pareja se enferma o, incluso, cuando ellos fallecen.
Y la realidad es que por tradición una pareja estable se asocia a compromiso, estabilidad, seguridad y sobre todo, fidelidad. Entonces, jamás pasa por la mente ser portadora o desarrollar el VIH ni menos que sea necesario hacerse el examen.
De ahí, la propuesta de la psicóloga de incitar a las mujeres a sacarse la venda de los ojos y tomarse esta enfermedad como un tema de salud que sobrepasa la confianza y el pacto de fidelidad con el cónyuge.
Aceptar las realidades
“Los seres humanos tenemos que ser capaces de enfrentar la vida en forma honesta y aceptar que la sexualidad no se puede manejar desde la moral, las buenas costumbres o la religión”, dice Mariana Fagalde.
Porque un momento de pasión desenfrenada y sexo sin protección es suficiente para que la vida cambie y esto sucede todos los días, independiente del estado civil, género, orientación sexual y clase social. Cualquiera, que decida aventurarse en una situación erótica sin protección cae en el grupo de riesgo de contagio, lo quiera o no.
Vásquez revela cifras que muestran que a nivel mundial, más del 50% de los casos corresponden a mujeres.
“Lamentablemente, hemos visto que la mayoría de ellas se contagian de su pareja estable”, afirma.
La experta grega que las mujeres son un grupo de gran vulnerabilidad porque no pasa por ellas la decisión de usar preservativo y además, están expuestas a violencia intrafamiliar.
“Tenemos que empoderar y educar a las mujeres, que conozcan y hagan respetar sus derechos, demanden, se protejan y dejen de estar amarradas por el tema económico”, anima.
En ese sentido, menciona el uso del condón femenino desechable como una herramienta, que ayuda en la prevención cuando las mujeres están expuestas a estas situaciones adversas.
Cómo plantear la prueba
Si bien el Sida no tiene cura existen tratamientos que pueden ser efectivos para que el virus no se manifieste. Es decir, la terapia retroviral será más efectiva cuando antes se inicie. Ese, es el principal argumento para decidirse a plantear el examen en las parejas estables que llevan más de 10 años juntos, pero también en las que recién comienzan a salir.
“Lo que sucede es que muchos de los infectados son portadores y ni siquiera lo saben. Tu pareja puede haberlo adquirido antes y entrar en una relación contigo con el VIH. Por tanto, no siempre es un tema de infidelidad”, advierte Patricia Vásquez.
En ese sentido, la psicóloga de la Universidad del Pacífico, llama a no poner el tema de la confianza o la desconfianza en la pareja porque hacerlo de esa forma, ella lo ve como una trampa que no permite enfrentar la realidad.
“Si la indicación de los organismos que velan por la salud pública dicen que es importante hacerse el examen del VIH no se debe someter a criterios ideológicos, políticos, religiosos, morales ni románticos”, subraya.
En ese sentido, Mariana Fagalde afirma que los valores y principios morales, políticos no controlan el VIH, por tanto, llama a no mezclar un tema de salud con una historia de amor.
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