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| Crédito foto: Reuters |
Además, impuso la obligación de devolver todas las imágenes que tenga del famoso topless a la familia de la joven, quien se casó en 2011 con el príncipe William, segundo en la línea sucesoria al trono de Inglaterra.
Mondadori tendrá una sanción de 10.000 euros por día en caso de retrasarse en cumplir esta medida. Sin embargo, la polémica edición de Closer no será retirada de la venta -desoyendo un reclamo de los abogados de la realeza- ni será interrumpida su publicación.
La imposición de devolver las imágenes resulta simbólica, ya que la difusión a través de medios como Internet ha sido -y probablemente será- imposible de detener.
De hecho, el mismo tribunal reconoce que no puede actuar sobre el resto de las revistas que decida publicar las imágenes, como ya lo hizo la italiana Chi, también propiedad de Mondadori.
Las imágenes fueron tomadas por paparazzi que espiaban las vacaciones de la pareja real en el Château d’Autet de Vaucluse, Provenza. Allí se puede ver a Kate haciendo topless mientras toma sol con su esposo.
La reacción de la familia fue de indignación, comparando el hecho con el trato que se le dio a Lady Di en el mismo país, donde murió en un accidente de tránsito, supuestamente mientras huía de un paparazzi.
Tanto las fotos como el texto de la nota, que hace foco en el supuesto hastío de Middleton durante su vida cotidiana en Gales, enardecieron los ánimos en Buckingham. Sus abogados en Francia ya actuaron sobre Closer. Habrá que ver si en Italia intentan una acción semejante sobre Chi, la misma revista que publicó la última foto de Diana Spencer con vida.
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