Terapia génica para dejar de fumar

ABC.ES/ Salud/ R.I.
Terapia génica para dejar de fumar
Dejar de fumar y encontrar una terapia que sea eficaz contra la adicción a la nicotina es uno de los retos de los investigadores. Aunque todavía en fase experimental, los resultados de un estudio que se publica en Science Translational of Medicine, parecen haber dado un paso más en encontrar la solución definitiva. Los investigadores de la Weill Cornell Medical College (EE.UU.) han desarrollado una novedosa terapia génica con un anticuerpo antinicotina que previene que ésta pueda entrar al cerebro y, en su opinión, podría ser un potencial nuevo tratamiento para la adicción al tabaco.


Al fumar, la nicotina pasa a través de los pulmones y entra en el torrente sanguíneo en cuestión segundos. Esta droga adictiva encuentra en su camino al cerebro y se adhiere a unos receptores, denominados de recompensa, desencadenando las sensaciones de placer que inducen al fumador a encender otro cigarrillo.

Desde hace tiempo, los científicos han estado explorando la idea de una vacuna antinicotina que bloquee la entrada de la droga en el cerebro. Desafortunadamente, la propuesta convencional de vacunas a partir de un patógeno o de una cepa inactiva de un patógeno que es inyectada para desencadenar una respuesta inmunológica -la creación de anticuerpos- no funciona en el caso de la nicotina. La droga es tan diminuta que el sistema inmunológico no puede reconocerla, por lo que es más difícil crear anticuerpos. Además, los pocos anticuerpos producidos sobreviven durante un corto periodo de tiempo.
Alternativa
Por eso, el equipo de Martin Hicks probó otra alternativa: la terapia genética. En este trabajo, los científicos describen cómo una sola dosis de su vacuna protege a los ratones, a lo largo de su vida, frente a la adicción a la nicotina. La vacuna está diseñada para utilizar el hígado del animal como una fábrica para producir continuamente anticuerpos que «engullen» a la nicotina en el momento en el que entra en el torrente sanguíneo, evitando que el producto químico alcance el cerebro e incluso el corazón. «Nuestra vacuna permite que el cuerpo produzca sus propios anticuerpos monoclonales contra la nicotina, y de esa manera, desarrolle una inmunidad funcional», afirman.
Una especie de comecoos
Los investigadores seleccionaron la secuencia genética de un anticuerpo anti-nicotina y lo introdujeron en un vector de terapia genética. A continuación inyectaron el vector en una serie de ratones dependientes de nicotina. Una vez tratados, los hígados de los animales generaron el anticuerpo de forma continua. Estos anticuerpos flotan alrededor en la sangre, de una manera similar al juego Pac-Man o comecocos, y se unen específicamente a la nicotina impidiendo que ésta llegue al cerebro. El anticuerpo, aseguran los investigadores, redujo la concentración de nicotina en el cerebro a una fracción (15 por ciento) de la cantidad de nicotina en los ratones no tratados.

«Aunque sólo se ha probado los ratones, estamos muy esperanzados de que este tipo de estrategia pueda finalmente ayudar a los millones de fumadores que han intentado dejar de fumar sin éxito», aseguran. Los estudios muestran que entre el 70 y el 80 por ciento de los fumadores que intentan dejar de fumar fracasan en su intento.

Los investigadores se están preparando para probar la vacuna en ratas y en primates no humanos, el paso necesario antes de que se pueda probar en humanos. En su opinión, si tenemos éxito, esta vacuna sería más eficaz en fumadores que se han comprometido a dejar de fumar.
nota
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