Crédito foto: www.lacapital.com.ar |
Para el Estado indio, la madre del bebé es la esposa del padre, que en este caso, sería Elsa.
Los problemas se profundizaron cuando quiso anotar a su hija en la embajada de España, país en que reside con su pareja.
Mientras que el Estado indio no reconoce a la nena como de nacionalidad india por ser hija de padres extranjeros, España, lugar de residencia de la pareja, se niega a anotar a Cayetana como hija de la pareja, ya que argumenta que existe una madre biológica, que no es Elsa, quien es la que está anotada en la partida de nacimiento de la niña como su madre.
"Usted sabe que esto está prohibido", le dijeron a Saint Girons en la embajada española.
Ante esto, Elsa pidió a la clínica que modifique la partida de Cayetana, pero se negaron, alegando que va en contra de la legislación de su país.
“Llevamos toda la documentación a la embajada española para que inscribieran a la niña y nos denegaron la inscripción, alegando que no puedo figurar yo como madre porque existe una madre subrogada, y yo no fui quien verdaderamente la tuvo”, explicó Elsa.
Saint Girons consultó a la embajada argentina, ya que tiene doble nacionalidad, pero también allí se negaron a inscribirla porque reside en España, no en la Argentina.
Además, a pesar de que el documento de subrogación mediante el cual se certifica el alquiler de vientre está apostillado por La Haya, lo que garantiza su legitimidad, la embajada argentina no lo reconoce, ya que tampoco reconocería el procedimiento por estar prohibido en la Argentina.
Así, le exigen a Elsa un certificado de que ella es madre biológica de la niña que ella, por motivos obvios, no puede proveer.
La pareja presentó escritos ante las embajadas de la Argentina y España, esperando obtener una solución de las respectivas unidades diplomáticas y lograr que Cayetana tenga un documento de identidad que le permita salir de la India.
“Estamos desesperados, necesitamos que alguien nos escuche para poder darle una identidad a nuestra hija. Hace tres meses que estamos aquí y si continuamos en este país vamos a perder absolutamente todo, nuestro trabajo, nuestro hogar. Pero lo peor es que están llevando a que la nena no pueda criarse en su hogar, con su familia, con sus amigos”, suplicó Elsa.
Los problemas se profundizaron cuando quiso anotar a su hija en la embajada de España, país en que reside con su pareja.
Mientras que el Estado indio no reconoce a la nena como de nacionalidad india por ser hija de padres extranjeros, España, lugar de residencia de la pareja, se niega a anotar a Cayetana como hija de la pareja, ya que argumenta que existe una madre biológica, que no es Elsa, quien es la que está anotada en la partida de nacimiento de la niña como su madre.
"Usted sabe que esto está prohibido", le dijeron a Saint Girons en la embajada española.
Ante esto, Elsa pidió a la clínica que modifique la partida de Cayetana, pero se negaron, alegando que va en contra de la legislación de su país.
“Llevamos toda la documentación a la embajada española para que inscribieran a la niña y nos denegaron la inscripción, alegando que no puedo figurar yo como madre porque existe una madre subrogada, y yo no fui quien verdaderamente la tuvo”, explicó Elsa.
Saint Girons consultó a la embajada argentina, ya que tiene doble nacionalidad, pero también allí se negaron a inscribirla porque reside en España, no en la Argentina.
Además, a pesar de que el documento de subrogación mediante el cual se certifica el alquiler de vientre está apostillado por La Haya, lo que garantiza su legitimidad, la embajada argentina no lo reconoce, ya que tampoco reconocería el procedimiento por estar prohibido en la Argentina.
Así, le exigen a Elsa un certificado de que ella es madre biológica de la niña que ella, por motivos obvios, no puede proveer.
La pareja presentó escritos ante las embajadas de la Argentina y España, esperando obtener una solución de las respectivas unidades diplomáticas y lograr que Cayetana tenga un documento de identidad que le permita salir de la India.
“Estamos desesperados, necesitamos que alguien nos escuche para poder darle una identidad a nuestra hija. Hace tres meses que estamos aquí y si continuamos en este país vamos a perder absolutamente todo, nuestro trabajo, nuestro hogar. Pero lo peor es que están llevando a que la nena no pueda criarse en su hogar, con su familia, con sus amigos”, suplicó Elsa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario