Los obreros que construían la tumba de Ramsés III protagonizaron la primera protesta conocida, al negarse a trabajar hasta cobrar dos salarios atrasados
Según podemos leer en el blog “Curiosón”, la primera huelga documentada de la historia tuvo lugar hace más de 3.000 años en la aldea egipcia de Deir el-Medina y fue protagonizada por los obreros que construían la tumba del faraón Ramsés III.
Un papiro de la época, conservado en el Museo Egipcio de Turín, cuenta que los trabajadores se negaron a continuar la construcción del monumento funerario ubicado en el Valle de los Reyes hasta que no se les pagaran el salario atrasado.
En aquella época en Egipto aún no se acuñaba moneda, así que los constructores cobraban en especie. Un obrero sin cualificación recibía algo más de tres kilos de trigo y uno de cebada al día, además de unos ocho kilos de pescado cada 10 días. Asimismo, cada cierto tiempo, se les entregaba carne, aceite, sal, miel, hortalizas, vino, leña, perfumes, calzado y vestido.
Duras condiciones de trabajo
Un ataque a una de las caravanas que transportaban estos productos y su adulteración por parte de los administradores encargados del reparto fueron los detonantes para la protesta de los trabajadores, tal y como recogen las crónicas de la época.
«Hemos venido aquí empujados por el hambre»
Sus quejas fueron escuchadas y se llegó a un acuerdo para pagarles parte de los salarios adeudados. Las protestas cesaron, aunque no por mucho tiempo. El incumplimiento de este acuerdo y numerosos retrasos más llevaron a que las huelgas, acompañadas de saqueos, se sucedieran durante los siguientes años.
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