El Parlamento de Moscú aprobó hoy en tercera lectura una ley que permite la castración química de los pederastas y endureció las penas para los delitos sexuales contra menores.
En el futuro, los abusos de menores se penarán con hasta 14 años de cárcel, que no podrán ser conmutados por una pena de libertad vigilada. Los condenados podrán reclamar de forma voluntaria la castración.
La iniciativa del Kremlin había recibido una muy buena acogida entre la opinión pública. “Las penas deben ser tan duras como sea posible”, declaró el año pasado el presidente, Dmitri Medvedev.
En 2010, más de 2.500 niños tuvieron una muerte violenta en Rusia y muchos de ellos sufrieron abusos sexuales.
La castración química se basa en inyecciones que hacen disminuir la testosterona. Sin embargo, los médicos advirtieron que el precario sistema sanitario ruso no está preparado para ese tipo de tratamientos.
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