Una de las primeras estrellas del ballet de la La Scala de Milán fue despedida luego de que revelara en un libro los graves trastornos alimenticios asociados a esa profesión
María Francesca Garritano, hasta hace pocos días bailarina solista del famoso teatro milanés, ha puesto al desnudo las vergüenzas del mundo de la danza.
En 2010, la joven de 33 años publicó el libro titulado La verita vi prego sulla danza (La verdad, les ruego, sobre la danza). Y, en las entrevistas en las que Garrido promocionaba su libro, denunciaba que una de cada cinco bailarinas de la Scala sufre anorexia, que muchas de ellas no pueden tener hijos por el estrés sufrido y que la corrupción, las amenazas y las compensaciones rigen la vida de los miembros del cuerpo de baile. Estas declaraciones han provocado que la dirección de la teatro despida a la bailarina.
En un comunicado, el Teatro de la Scala, sin citar la palabra anorexia, explica que "se vieron obligados a concluir el contrato de trabajo de la señorita María Francesca Garritano después de que las declaraciones públicas dañaran la imagen del Teatro y de su Escuela de Danza".
Además, la acusan de violar "los deberes fundamentales de un empleado".
En una entrevista con el diario turinés La Stampa, María Francesca lamenta su despido y dice no entender la decisión del teatro porque ella denunció que "hay personas que sufren de verdad, incluso que mueren por los trastornos alimentarios"
"Un café y dos tostadas para desayunar, un yogur descremado para comer y una manzana o un plátano para cenar" es la dieta que mantienen orgullosamente muchas de sus compañeras, según Garritano.
"Una de cada cinco bailarinas de La Scala sufre trastornos alimentarios" y "siete de cada diez pierden la menstruación como consecuencia de las dietas", continúa "Marygarret", como se conoce artísticamente a la ahora desvinculada bailarina.
Por otro lado, sus ex compañeras se manifestaron sorprendidas y resentidas por las polémicas declaraciones. Palabras que habían quedado en el olvido hasta que hace unos días Garrido concedió una entrevista al diario británico The Observer, donde reafirmó sus dichos, reavivando la polémica.
"No solo se compite por ser la mejor en el escenario, sino también por lo que se come y gana quien ha ingerido menos", cuenta Garritano y agrega que alguna vez han tenido que llevar a sus compañeras al hospital para que fueran alimentada artificialmente.
La ex bailarina de 33 años, y que desde los dieciséis pisa los escenarios, piensa no abandonar la lucha y levantar el telón cuantas veces sea necesario, porque asegura que el problema existe y que es real.
Fuente: EFE
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