El efecto sorpresa era esencial. El trabajo de meses se ejecutó en horas, con arrestos y confiscaciones en todo el mundo por valor de US$ 166 millones. Las reacciones podrían desatar una "Guerra Mundial en la Web"
Crédito foto: Reuters
Con la ayuda de las autoridades de varios países, el FBI y el Departamento de Justicia cerraron el pasado miércoles Megaupload, registrada en Hong Kong, al tiempo que detenía a su fundador, Kim Schmitz/Dotcom, junto a otros tres de sus directivos: Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk.
Al mismo tiempo las autoridades de Estados Unidos realizaron redadas tanto en ese país como en otros nueve, lo que derivó en la incautación de unos 10 millones de dólares en efectivo, productos informáticos por valor de 50 millones de dólares y varios vehículos cuyo valor total asciende a 6 millones de dólares. Otros 100 millones de dólares fueron confiscados de varias cuentas bancarias que Megaupload, como empresa, tenía registradas en 65 países.
El golpe a Megaupload inaugura una nueva era en la guerra entre los defensores acérreimos de los derechos de autor y la defensa de una red libre de la censura. Unas 15 millones de personas utilizaban el servicio para fines personales y profesionales. Una empresa de aplicaciones para iPhone y la agrupación Democracia Real Ya guardan en Megaupload documentos internos. Google ya denunció que "sus datos y su integridad peligran".
Algunos lo llaman la la World War Web (Guerra Mundial en la Red). Ante la detención de varios de los dueños de Megaupload y el bloqueo de sus páginas, el colectivo Anonymous ha reaccionado tumbando las páginas web de las autoridades de Estados Unidos, como el FBI o el Departamento de Justicia, además de sitios de la industria cultural mundial.
Por el momento, los detenidos han sido encarcelados de forma preventiva en Nueva Zelanda sin posibilidad de fianza, al menos hasta este lunes, mientras EE.UU. tramita sus extradiciones.
Los dirigentes de Megaupload han sido acusados el 5 de enero por un jurado del Estado de Virginia de estar detrás de una ·organización criminal internacional responsable de la piratería masiva a nivel mundial de obras protegidas por derechos de autor". Ahora se enfrentan a penas de un máximo de 20 años por los cargos de crimen organizado, 5 años por conspiración para infringir derechos de autor, 20 años por blanqueo de dinero y 5 años por cada uno de los otros cargos de infracción criminal de derechos de autor de los que sean culpables.
Según la acusación, Megaupload ha operado desde su fundación en 2005 "páginas que reproducían ilegalmente y distribuían, infringiendo las leyes de la propiedad intelectual".
"La protección de la propiedad intelectual no puede llevarse al extremo de crear un Estado policial del copyright en el que los usuarios se encuentren sometidos a un Gran Hermano que pisotee derechos tan básicos como la intimidad, la privacidad y el secreto de las comunicaciones", ha señalado, por su parte, la asociación española de defensa de los consumidores Facua.
Con el cierre de Megaupload, otras páginas se han presentado como alternativa: Rapidshare, Mediafire, Hotlink o Filesharing.
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