Janneth Peña se amparó en la Constitución y logró que el Estado le otorgara ese y otros beneficios de seguridad social tras la muerte de su pareja, con quien convivió casi cuatro añosCrédito foto: Gentilez El Universo
"Se concede beneficios por primera vez en la historia del Ecuador a sus asegurados sin distinción de género", anunció a la prensa el director del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Ramiro González. Se trata de un hecho sin precedentes en el país, donde un 90% de la población es católica.
El funcionario aludió así al caso de Peña, quien luego de cinco meses de trámites logró acceder a la pensión, la cesantía (pago que reciben los desempleados) y otros beneficios de su compañera Thalía Álvarez, fallecida en marzo pasado, con quien convivió tres años y 10 meses.
Peña, de 50 años, se amparó en un artículo de la Constitución que señala que la unión estable y monogámica entre dos personas no casadas que formen un hogar de hecho, por el lapso y las condiciones que indica la ley, generará los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias constituidas mediante matrimonio.
"Somos como cualquier pareja, sólo con una preferencia sexual diferente, pero tenemos los mismos derechos", aseguró la mujer, que contó que el trámite fue como un "trago amargo" en el que llegó a sentirse discriminada por funcionarios que se negaban a recibirlo por no ser heterosexual.
Peña señaló que tuvo "que luchar contra la discriminación y el desconocimiento de las instituciones". En tanto, Ana Lucía Herrera, responsable de una ONG que promueve la equidad de género, aseguró que la decisión oficial marca un hito. "Todas somos personas en igualdad de derecho y el IESS lo reconoció", declaró.
El funcionario aludió así al caso de Peña, quien luego de cinco meses de trámites logró acceder a la pensión, la cesantía (pago que reciben los desempleados) y otros beneficios de su compañera Thalía Álvarez, fallecida en marzo pasado, con quien convivió tres años y 10 meses.
Peña, de 50 años, se amparó en un artículo de la Constitución que señala que la unión estable y monogámica entre dos personas no casadas que formen un hogar de hecho, por el lapso y las condiciones que indica la ley, generará los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias constituidas mediante matrimonio.
"Somos como cualquier pareja, sólo con una preferencia sexual diferente, pero tenemos los mismos derechos", aseguró la mujer, que contó que el trámite fue como un "trago amargo" en el que llegó a sentirse discriminada por funcionarios que se negaban a recibirlo por no ser heterosexual.
Peña señaló que tuvo "que luchar contra la discriminación y el desconocimiento de las instituciones". En tanto, Ana Lucía Herrera, responsable de una ONG que promueve la equidad de género, aseguró que la decisión oficial marca un hito. "Todas somos personas en igualdad de derecho y el IESS lo reconoció", declaró.
Fuente: AFP
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