Decisiones de cada día

  Reconoce las señales de la intuición positiva   
Francisca Vargas V. / El Mercurio/ GDA
Cuando hay que tomar una decisión importante, para hacerlo se puede optar por el razonamiento crítico o colocar la situación en la mente y sentir las sensaciones corporales que van llegando.
Punzada en el estómago, entumecimiento, aire, expansión, distensión son las posibilidades y aunque utilizar este mecanismo aún se mantiene casi en el terreno de la superstición, el “ayudándote a sentir” cuando se expresa un pésame es una realidad, porque el dolor cuando se comparte, se siente.
Y es que el cuerpo es más que un conjunto de órganos, sistemas y piel que permiten vivir. Diversas teorías psicológicas y disciplinas como el yoga y la terapia corporal, rescatan la idea de que desde el útero el cuerpo experimenta diversas sensaciones que quedan plasmadas en el llamado cuerpo sensorial. Sin embargo, al crecer, ese cuerpo sensorial es relegado a un plano casi inexistente en prevalencia de lo físico.
Para llegar a un punto de equilibrio hay que tener en cuenta, dice el doctor Christian Thomas Torres, ginecólogo obstetra, sexólogo y psicoterapeuta sexual, que algunas terapias consideran al hombre como si no fueran más que cuerpos, otras como si en definitiva no fueran más que mente. Al respecto, indica que “uno puede ver el cuerpo como un material recalcitrante, es decir, como si fuera una estatua; o también puede verlo como un vibrante instrumento para la expresión emocional, como si fuera una guitarra”.
Es esa “guitarra emocional” la que advierte, a través de señales físicas como, taquicardia, sudoración, entre otras, cuando algo o una persona no es agradable.
Del mismo modo, explica el Dr. Thomas, la respiración es más calmada, se siente una seguridad de que lo que se está haciendo es lo correcto. Pero esa relación muchas veces se olvida, dice el experto, y en el caso de las mujeres, el concepto de “un cuerpo que pesa, incapaz de conectar con el placer propio, sino más bien al placer que le puede dar al otro”. Y para los hombres, prevalece el concepto de un cuerpo cansado, “angustiado por zonas que son sometidas al permanente escrutinio del culto de lo masculino retrógrado y al machismo”, asegura y en ambos caso, sólo se dan cuenta del estado del cuerpo cuando sienten dolor.

Oír las señales
Al cuerpo se le debería consultar con la misma confianza que se le asigna a la razón y reconocer sus múltiples señales. Pero los padres a sus hijos les dicen al criarlos ¿qué piensas?, cuando la pregunta quizás debería plantearse como: ¿qué piensas y qué sientes en tu cuerpo?
“Los cuerpos en interacción son efecto de historias, las que se construyen en la infancia”, señala Macarena Gómez, terapeuta corporal del Centro de Estudios de la Sexualidad.

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