Ladrones roban banco y luego regresan semanas después a depositar parte del dinero, de que los hay los hay

Un grupo de delincuentes asaltó una entidad financiera de Buenos Aires, de donde se llevó casi 10 millones de dólares. Pero un par de semanas después la banda volvió para depositar una fracción de lo sustraído

Luego de que la Policía realizara dos allanamientos, el plan de la organización criminal de "boqueteros" (denominados así porque entran a los lugares a través de agujeros en las paredes) quedó al descubierto.

Ingresaron en la sucursal del Banco Provincia del barrio de Belgrano a través de un boquete hecho desde un local vecino, saquearon 136 cajas de seguridad, huyeron con su millonario botín en bolsas de residuos y un par de semanas después regresaron para depositar parte de lo robado en otra caja de seguridad del mismo banco al que habían asaltado.

"Ya es raro que en estos casos se pueda recuperar parte del dinero, pero todavía más extraño y contrario a toda lógica es que el dinero se encuentre en el mismo banco que fue asaltado", explicó Miguel Robles, titular de la Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad argentino.

Tras el par de procedimientos llevados a cabo por la Policía, se descubrió que dentro de tres cajas de seguridad -todas a nombre de la hermana de uno de los tres prófugos por el robo- había 415 mil dólares y un kilo y medio de joyas que serían parte del botín. Esto, además de lapiceras, relojes y otros objetos de valor que a partir de este jueves serán exhibidos a los damnificados para que los reconozcan.

Por su parte, el jefe de la división Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal, Atilio Vicentín, dijo que "el resto de lo sustraído fue guardado por la banda en dos entidades bancarias extranjeras de Miami y Brasil. Aunque ya se están haciendo los trámites para recuperar ese dinero".

En marzo de este año, los investigadores habían arrestado a seis personas, pero todavía quedaban tres prófugos por el asalto. Uno de ellos es un ex cajero de la sucursal robada, que ahora resultó la pieza clave para llegar hasta esta parte del botín y cuya hermana (que según la Policía tuvo un alto cargo jerárquico en el banco hasta principios de este año) podría convertirse en la séptima apresada.

El ex empleado es un hombre de 53 años que trabajó en la entidad robada entre 1983 y 1993. Según la Policía, entró a trabajar como cajero, luego pasó a la sección de clearing bancario y finalmente fue despedido de la institución, cuando se descubrió que había hecho varias estafas dentro del banco.

"Para llegar hasta este dinero, lo que se hizo fue intentar reconstruir la logística del golpe", agregó Robles.

Primero concluyeron que, para hacer un boquete tan preciso -de 30 metros, construido paralelo a la avenida sobre la cual está la entrada del banco- la banda tuvo que haber contado con alguna guía electrónica.

Luego se dieron cuenta de que muy probablemente habrían usado un dispositivo de radiofrecuencia, a menudo utilizado en minería, para orientar la excavación (no pudo haber sido un GPS, porque éste no funciona bajo tierra ni dentro de un cofre de seguridad). Y finalmente empezaron a investigar quién y cómo habría podido ingresar un dispositivo así a la zona del tesoro donde estaban los cofres.

Los investigadores de la división Defraudaciones y Estafas descubrieron que la hermana del ex empleado prófugo tenía dos cajas de seguridad en la sucursal robada. Pero aún más llamativo era que la mujer, de 55 años, había llegado a ser subgerente en la Casa Central del Banco Provincia, cargo al que recién renunció en enero de este año, días después del robo.

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