El material arqueológico fue descubierto por personal de la Aduana argentina en un envío postal procedente de La Paz, Bolivia, y que había sido declarado como réplicas de cerámicas peruanas.
Las tres calaveras y el esqueleto completo, que pertenecerían a la cultura Paracas, estaban envueltos en mantas y telas incaicas, añadieron portavoces oficiales.
El envío estaba destinado a un ciudadano argentino con domicilio en el barrio porteño de Recoleta, que este sábado permanecía detenido a disposición de la justicia.
“Vamos a investigar quién es el real destinatario de este material, que puede haber sido vendido a más de 50.000 dólares. Es muy valioso”, explicó el jefe de la sección de Patrimonio Cultural de la Policía Federal argentina y miembro de Interpol, Marcelo El Haibe.
El subcomisario indicó que los restos “habrían sido extraídos del sur de Perú, posiblemente por parte de personas que saben donde excavar para extraer material arqueológico y luego venderlo”.
El Haibe dijo que se iniciarán además las tramitaciones para la devolución de los restos a Perú.
En una de las calaveras se puede observar una práctica de civilizaciones preincaicas mediante la que se realizaban trepanaciones craneanas para curar heridas en la cabeza, señalaron fuentes del Fisco argentino, a cargo del operativo de incautación.
Las otras dos calaveras tienen deformaciones craneanas, que también constituían prácticas culturales y religiosas de esos pueblos originarios, puntualizaron los portavoces.
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