El partido gobernante informo que Ali Abdullah Saleh está dispuesto a dimitir. Su salida es una de las condiciones impuestas por el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico para implementar un plan de transición pacífica
Tariq Shami, vocero de la formación política, anunció que "se informó a los ministros de exteriores del Consejo de la aceptación completa de la iniciativa".
El programa, diseñado por las monarquías de la región, considera necesario que Saleh entregue el poder a su vicepresidente un mes después de que se firme un acuerdo con la oposición. El mandatario aún debe rubricar al pacto, que le proporcionará inmunidad absoluta a él y a sus cargos a cambio de su renuncia.
La propuesta, presentada el pasado 21 de abril, implica una transición de tres meses que comenzaría con un plazo de 30 días para que se haga efectiva la dimisión de Saleh. Tras ese período, el poder recaerá en manos de un gobierno de unidad nacional que sería el encargado de organizar las elecciones presidenciales que se celebrarían dos meses después.
El anunció despertó sorpresa ya que este mediodía Saleh acusó a los partidos opositores de intentar llevar al país a una guerra poniendo en riesgo la estabilidad y la seguridad.
Yassin Noman, líder opositor, manifestó que "la oposición da la bienvenida a la iniciativa con la excepción de la formación de un gobierno de unidad nacional".
En tanto, los Estados Unidos pidieron que comience cuanto antes el proceso de transferencia del poder."El presidente Saleh expresó públicamente su voluntad de comprometerse en una transferencia pacífica del poder; el tiempo y la forma de esa transición deberá ser identificado mediante el diálogo y comenzar inmediatamente", indicó el vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, en un comunicado.
Yemen es, desde el 27 de enero, escenario de protestas esporádicas contra el régimen de Saleh -en el gobierno desde 1978- que cobraron intensidad a partir de mediados de febrero y provocaron 130 muertos.
El programa, diseñado por las monarquías de la región, considera necesario que Saleh entregue el poder a su vicepresidente un mes después de que se firme un acuerdo con la oposición. El mandatario aún debe rubricar al pacto, que le proporcionará inmunidad absoluta a él y a sus cargos a cambio de su renuncia.
La propuesta, presentada el pasado 21 de abril, implica una transición de tres meses que comenzaría con un plazo de 30 días para que se haga efectiva la dimisión de Saleh. Tras ese período, el poder recaerá en manos de un gobierno de unidad nacional que sería el encargado de organizar las elecciones presidenciales que se celebrarían dos meses después.
El anunció despertó sorpresa ya que este mediodía Saleh acusó a los partidos opositores de intentar llevar al país a una guerra poniendo en riesgo la estabilidad y la seguridad.
Yassin Noman, líder opositor, manifestó que "la oposición da la bienvenida a la iniciativa con la excepción de la formación de un gobierno de unidad nacional".
En tanto, los Estados Unidos pidieron que comience cuanto antes el proceso de transferencia del poder."El presidente Saleh expresó públicamente su voluntad de comprometerse en una transferencia pacífica del poder; el tiempo y la forma de esa transición deberá ser identificado mediante el diálogo y comenzar inmediatamente", indicó el vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, en un comunicado.
Yemen es, desde el 27 de enero, escenario de protestas esporádicas contra el régimen de Saleh -en el gobierno desde 1978- que cobraron intensidad a partir de mediados de febrero y provocaron 130 muertos.
Fuente: Reuters-AFP
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