Famosos que le ganaron la guerra al cáncer

El actor Michael Douglas acaba de anunciar la cura del tumor maligno que afectaba su garganta. Un repaso a la lista de personalidades que lograron superar la enfermedad. Vea la galería

La tasa de mortalidad por cáncer disminuye en el mundo. Según un estudio reciente, para 34 países europeos, los finales fatales en 25 clases de tumores se redujeron en un 9% para los hombres y un 8% para mujeres. El diagnóstico de un tumor ya no equivale más a una sentencia de muerte inapelable.

Son muchos los casos de famosos que han logrado recientemente vencer al mal (ver galería de fotos) gracias a la medicina, la cirugía y, sobre todo, la prevención.

Robert de Niro se enteró de que padecía cáncer de próstata en un control de rutina en el año 2003, cuando tenía 60 años. Se ha curado con medicamentos y una intervención quirúrgica.

También el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, pasó por lo mismo y se vio obligado a retirar su candidatura al Senado.

Mismo drama vivieron el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, el actor británico Roger Moore (uno de los tantos rostros de James Bond) y el ex secretario de Estado de los EEUU, Colin Powell, entre otros.

Todos ellos se han curado.

Pero quizás el caso más impactante fue el del ciclista estadounidense Lance Armstrong, quien antes de ganar 7 veces consecutivas el Tour de France tuvo que entrar en una competencia mucho más dura contra un tumor en los testículos, que le diagnosticaron a los 25 años, en 1998.

Incluso un cáncer otrora fulminante como el de páncreas tiene hoy posibilidades de curación con el tratamiento adecuado. Le sucedió al creador y CEO de Apple, Steve Jobs, quien tuvo que apelar a un transplante para poder anunciar su cura en 2009.

La cantante australiana Kylie Minogue es otra celebridad curada de un cáncer, en este caso, de seno. Se lo diagnosticaron a los 36 años, en 2005. Su colega Sheryl Crow también pasó exitosamente por el mismo trance en febrero de 2006.

A Rod Steward le encontraron cáncer en la tiroides en 1999 y fue operado en el año 2000. Al músico le tomó nueve meses recuperar su voz.

Fran Drescher, famosa por su papel en la serie televisiva La niñera, desarrolló un tumor maligno en el útero en 2000. Un diagnóstico temprano y una histerectomía de urgencia la salvaron de la muerte.

El senador estadounidense John Kerry, de 60 años, supo que se había curado del cáncer de próstata diagnosticado un año antes, cuando estaba en la mitad de la campaña presidencial de 2004. Perdió esas elecciones, pero ganó su más importante batalla personal.

También Olivia Newton-John, estrella de la película Grease, tuvo que enfrentar la enfermedad, cuando en 1992 le diagnosticaron cáncer de mama. Lo superó y hoy se dedica a campañas de concientización sobre este mal.

En noviembre de 2004, el cantante español Joan Manuel Serrat fue operado con éxito de un cáncer en la vejiga.

Los médicos del presidente paraguayo Fernando Lugo pudieron anunciar recientemente la remisión completa de los linfomas que le habían diagnosticado, luego de varias sesiones de quimioterapia.

"Los instrumentos que sirven de cura son la cirugía, que extirpa, y la radioterapia, que quema", explicó Filippo di Braud, del Instituto Europeo de Oncología de Milán, al diario Corriere Della Sera. "Esto explica por qué los tumores sólidos, cuanto más pequeños y localizados, son los más curables", sigue diciendo el médico italiano. "Incluso los fármacos pueden hacerlo, pero cuando las células del tumor son todas iguales, como sucede en el caso de los linfomas o la neoplasia del testículo. En cambio, cuando las células son diversas, la quimioterapia puede encontrar obstáculos y puede suceder que la enfermedad reaparezca a distancia en el tiempo".

Por lo general, los especialistas se muestran muy prudentes: en el cáncer es difícil hablar de cura definitiva y todo se limita a probabilidades que, aunque mejoran, todavía son porcentajes.

Los controles de rutina son fundamentales. Robert De Niro contó que, cuando él tenía 40 años, a su padre le habían diagnosticado un cáncer, y que desde entonces él se sometía a revisiones periódicas. Así pudieron los médicos encontrar el cáncer que lo afectó dos décadas después. La detección temprana incrementó sus posibilidades de cura. Y dos años más tarde pudo decir: "Estoy bien y fui muy afortunado porque lo descubrieron a tiempo".