Sin mediar palabras, los antisociales se acercaron a las damas, les arrebataron las fundas plásticas bien selladas y emprendieron la fuga con el supuesto botín.
Contrario a la reacción natural que asumen las víctimas de este tipo de asaltos callejeros, las mujeres estuvieron a punto de morirse en plena calle, pero de la risa.
Sin embargo, no perdieron la oportunidad de vocear a los delincuentes, en un divertido tono de burla, que les devolvieran la basura.
De acuerdo al relato, los asaltantes aparentemente no se percataron de lo que habían robado hasta que se detuvieron en algún lugar a pasar revista al supuesto fruto de la fechoría.
Tremenda frustración deben haber sentido cuando descubrieron el desagradable contenido de los paquetes arrebatados a las dos transeúntes
La simpática historia ocurrió el miércoles primero de septiembre en una de las calles que atraviesan la avenida Simón Orozco en las proximidades de la Ferretería Gapre, una zona de Invivienda donde los delincuentes callejeros campean por sus fueros, ayudados por la escasa presencia de efectivos policiales.
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